Un senegalés, afincado en Madrid, murió ayer mientras se bañaba en la playa Heliópolis de Benicàssim, en la zona próxima al Eurosol. Al parecer, todo indica que se trata de un caso de ahogamiento, según informaron fuentes de la Policía Local. Aunque será la autopsia, que probablemente se realizará hoy, y la investigación de la Guardia Civil las que determinen las causas exactas del fallecimiento.

El suceso ocurrió a primera hora de la tarde. La víctima se encontraba bañándose en el mar con unos amigos cuando estos le perdieron de vista y avisaron a los socorristas. Entonces comenzó una búsqueda --con embarcaciones y a nado-- que se extendió durante aproximadamente «una hora y cuarto», según informó el responsable de la empresa del servicio de salvamento marítimo. Finalmente, fue un bañista el que vio al fallecido, en torno a las 17.30 horas, que se encontraba hundido en el agua y no a flote, motivo por el que resultó más difícil su localización.

Tanto los socorristas, como unos policías nacionales de paisano y el personal sanitario de la SAMU que llegó después le practicaron la RCP sin éxito.

Al parecer, la víctima «no sabía nadar» y «se había metido con un amigo para aprender». El levantamiento del cadáver se produjo horas después, a las 19.30 horas.

Según confirmaron a este periódico fuentes presenciales, era asistente al Rototom y llevaba la pulsera. Aunque el suceso no ocurrió ni en el recinto ni en la zona donde el festival celebraba la Sunbeach, que en el caso de ayer era en Torre Sant Vicent.

El director del Rototom, Filippo Giunta, manifestó su tristeza por lo ocurrido. «Es la primera vez que sucede algo así, un luto entre nuestro público». «Vamos a saludarlo esta noche todos juntos porque uno de nosotros se ha ido. Vamos a dedicarle la noche de hoy --ayer para el lector-- en su recuerdo, que estará escuchando y su espíritu estará aquí». «Intentaremos contactar con la familia para acompañarles en el sentimiento y decirles que estamos a su disposición», declaró Giunta.

En lo que llevamos de verano ya son seis las personas que han perdido la vida en nuestras playas. Los dos primeros ocurrieron en Peñíscola (83 y 15 años); luego un buzo de 54 años en el Puerto de Orpesa, un turista de 74 años en Morro de Gos (Orpesa) y el último de 75 años en la playa del Voramar de Benicàssim.