No han encontrado el rifle. El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Sant Mateu continúa con las investigaciones de las circunstancias que rodearon el jueves el extraño accidente que sufrió un cazador furtivo extranjero, parecer ser que belga, cerca del santunario de la Balma, en Sorita. El hombre, como publicó ayer Mediterráneo, se precipitó desde un peñasco barranco abajo cuando intentaba deshacerse de una cabra montesa que acababa de abatir a tiros al pensar que había sido sorprendido por un forestal. El cazador cayó desde una altura de seis metros, tras lanzar al animal desde lo alto de una roca y vencerle el peso, llegando a fracturarse los dos tobillos.

El Seprona continuaba ayer con la búsqueda del rifle en la zona. Fuentes próximas a la investigación apuntaron a que el cazador furtivo iba acompañado de más personas y que habrían sido estas las que, como se sospecha, tras el accidente, cogieron el arma y huyeron para no ser sorprendidos por la Guardia Civil.

El alcalde de Sorita, Manuel Milián, explicó que los cotos de caza en esta zona del Maestrazgo son un gran atractivo para aficionados a la caza que vienen desde todos los puntos de Europa y América. «La cabra hispánica es un ejemplar salvaje con una cornamenta muy preciada, llegando incluso a pagarse por una de estas piezas hasta 7.000 euros». Milián recordó que es necesaria una licencia de la Conselleria para poder abatir a estos animales.

La Guardia Civil está investigando si el cazador furtivo extranjero llegó a pagar por practicar esta actividad de caza de cabras montesas, pero de manera ilícita. Los agentes ya han entrevistado a los testigos del suceso y continúan con las pesquisas.

Por el momento, el cazador herido continuaba ayer ingresado en el Hospital General de Castellón, a donde ingresó de urgencia, y donde ha tenido que ser intervenido quirúrgicamente por la fractura de los dos tobillos.