La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil sigue la pista al alijo de cocaína hallado hace 20 días en un contáiner de madera procedente de Brasil, que llegó a una empresa de les Alqueries. Se trata del segundo mayor cargamento de la historia provincial y, por el momento, el caso continúa sin detenciones. Los investigadores explican que la carga llegó con el modus operandi del gancho ciego. Esto es, mediante la violación de contenedores legales que se encuentran en los puertos para introducir la sustancia.

Para ello, los narcotraficantes cuentan con la connivencia y colaboración de funcionarios a quienes sobornan en el lugar de origen. Es cuando la carga ya ha pasado la aduana, justo antes de montarla en el barco, cuando estas personas abren los depósitos para camuflar la droga.

Cabe recordar que efectivos de la Benemérita detectaron la droga en el Puerto de València y acompañaron al camión que llevaba los contenedores hasta la empresa de les Alqueries. Una vez en el interior de la nave, se procedió a aperturar el container y, junto a la carga legal, los efectivos localizaron la cocaína.

Como ya informara entonces este diario, el gerente aseguró que la empresa de Brasil es una firma con la que vienen trabajando «habitualmente» y con la que «nunca había pasado nada». Al parecer, reciben un envío de unos cien contenedores al año.

Desde la UCO indican que el procedimiento del gancho ciego es muy habitual y que este tipo de cargamentos aparecen con cierta frecuencia en España. Uno de los últimos fue, precisamente, en València, donde en otro container aparecieron 420 kilos de cocaína el pasado febrero.

El alijo encontrado y que tenía como destino les Alqueries es el segundo mayor de la historia provincial, por detrás de un cargamento de 512 kilos que fue intervenido en 2007 en Vall d’Alba. La Policía Nacional detuvo a cinco personas --cuatro hombres y una mujer--. Posteriormente, se procedió al desmantelamiento de un laboratorio en los bajos de una obra en construcción --sin licencia-- de Albocàsser, donde se trataba la droga y donde hallaron varios bidones con distintos líquidos, una chimenea, un horno, una cocina, un estante secadero, tres secadoras, varios moldes y prensas para elaborar los paquetes de droga, tres generadores de electricidad y multitud de cableado y herramientas.

Los agentes también llevaron a cabo varios registros domiciliarios, siendo el más importante el del cabecilla del grupo en Benicàssim. Allí se intervinieron 250.000 euros en billetes de 500, cuadros, tres catanas y 20 kilos de una sustancia en polvo neutra, usada como de corte.