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Un mes ha transcurrido ya desde que un bebé fuera encontrado muerto en la planta de residuos Reciplasa de Onda. El macabro hallazgo no solo conmocionó a los empleados de la instalación, sino también al resto de la provincia. La Policía Judicial de la Guardia Civil no ceja en su empeño por resolver el caso, pero su esclarecimiento se antoja muy difícil, debido a que la cinta de clasificación en la que apareció la niña procesaba basura común a un total de 47 municipios, como ya avanzara Mediterráneo.

Por el momento, la madre de la neonata no ha podido ser identificada, tal y como confirmaron a este diario desde la Comandancia de la Guardia Civil de Castellón.

Los investigadores peinaron tras dar con el cadáver del bebé hospitales y centros de salud de la provincia en busca de pistas. Solicitaron registros al Hospital General de Castellón y a La Plana de Vila-real, así como a diversos centros de salud, sobre partos, embarazos o atenciones por hemorragias sospechosas, tal y como señalaron fuentes sanitarias.

Y es que, aunque todo apunta a que la madre de la recién nacida no dio a luz en un hospital, el protocolo establece que la documentación sanitaria puede aportar información valiosa para el caso. Por ejemplo, aunque la madre hubiera tenido un parto en una casa o en otro lugar, si acudiera por complicaciones posteriores a un centro saltarían las alarmas. El Juzgado de Instrucción número 2 de Nules, que estaba de guardia el día 16 de marzo y autorizó el levantamiento del cadáver, se hizo de la investigación. Según confirmó entonces el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat a este drotativo, la causa no se abrió entonces por ningún delito concreto.