El Tribunal Supremo avala las penas impuestas a los tres autores del atraco armado a la oficina del banco Santander de la calle Mayor de Nules --cometido en febrero del 2016-- y confirma la sentencia de la Audiencia Provincial. El alto tribunal ha desestimado los recursos interpuestos por las defensas de los condenados y tilda el fallo del tribunal castellonense de «justificado», «razonable» y «motivado». Cabe recordar que la Audiencia los consideró autores de un delito de robo con violencia e intimidación en grado de tentativa, con la agravante de disfraz, y les impuso penas de entre dos y tres años --pese a que la Fiscalía solicitaba hasta ocho--.

Los tres asaltantes --de 22, 29 y 37 años-- entraron en la citada entidad a través de un butrón realizado desde un local abandonado anexo, maniatando y amenazando con armas blancas al director.

Durante la vista oral --celebrada a principios del 2018 con gran expectación y afluencia de público por la alarma que causó el atraco en Nules--, uno de los procesados se escudó en su adicción a la heroína, mientras que otro dijo que participó en el atraco porque lo iban a «desahuciar». «Fuimos a llevarnos el dinero, pero no queríamos hacerle daño a nadie», relataron los procesados.

El director del banco declaró tras un paraban y explicó a los jueces cómo vivió los hechos. «Me amenazaron y me pidieron la combinación de la caja, pero yo les dije que no la sabía», recordó el testigo, asegurando que los atracadores le ataron las manos a la espalda con bridas y lo obligaron a arrodillarse. Le dijeron a la víctima «que se estuviera quieto y que no chillara o le meterían dos cuchilladas», como refleja el documento judicial de la Audiencia.

Los tres sentenciados portaban, como recoge la sentencia condenatoria, cuchillos de grandes dimensiones e iban ataviados con ropa oscura y pasamontañas.

EN VILO / El atraco mantuvo en vilo a la localidad de Nules hace dos años, y es que una treintena de agentes de Guardia Civil y Policía Local tomaron la calle Mayor para frustrar el robo, ante la atenta mirada de decenas de vecinos, que grabaron las imágenes del asalto con sus teléfonos móviles.

La sentencia recoge, como ya publicara este periódico en su día, que fue el aviso de una vecina lo que permitió frustrar la huida de los atracadores.

La mujer relató que había quedado con la subdirectora de la entidad y que vio a dos encapuchados en el local, lo que le llamó la atención. La testigo fue en busca de un policía local, que de forma inmediata pidió refuerzos. En cuestión de minutos, el banco estaba rodeado de policías.