El Tribunal Supremo (TS) ha dejado en un año y medio de cárcel la condena contra Luis J.T.C., un castellonense sentenciado por un delito de abusos sexuales continuados a su hija cuando esta era menor de edad. El hombre, con antecedentes penales por malos tratos a la madre de sus hijas, recurrió la pena impuesta por el tribunal de la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Castellón, que lo juzgó el pasado año y lo condenó a dos años, seis meses y un día de prisión.

El máximo órgano provincial le aplicó ya la atenuante de cuasi-prescripción, pues su hija lo denunció transcurridos 12 años de los hechos, y dictó una pena de prisión muy inferior a la solicitada por la Fiscalía y la acusación particular, 21 años de cárcel. Aun así, el Supremo ha estimado parcialmente ahora el recurso de casación interpuesto por la defensa para que dicha circunstancia atenuante se aplicara como “muy cualificada” y, así, poder rebajar en un grado la condena de cárcel.

La sentencia del alto tribunal le mantiene, sin embargo, la indemnización de 15.000 euros para la afectada, así como una orden de alejamiento por periodo de cinco años, según reza la sentencia a la que ha tenido acceso este diario.

Los hechos tuvieron lugar en los años 2002 y 2003 en las localidades de Castellón y Borriol. La víctima, que en la actualidad tiene 20 años, no denunció los hechos hasta que se produjo el episodio de violencia de género por el que fue sentenciado su padre.

Entonces, a los 16 años, inició una relación sentimental con un joven al que le contó lo sucedido con su padre durante su infancia y quien, según la afectada, le recomendó que lo denunciara.

Durante el juicio, la joven relató que su padre “abusó” de ella “desde los 5 ó 6 años”, hasta que tuvo “ocho”, e hizo hincapié en que nunca se lo contó a nadie porque “sabía” que si decía algo atacaría a su “madre”.

TESTIMONIO // Recordó que su progenitor la tumbaba en la cama, la “desnudaba”, le decía que iban “a jugar” y, entonces, abusaba de ella sexualmente. “Él estaba desnudo, hacía fuerza y yo sentía mucho dolor”, explicó, sin poder especificar si había penetración, por lo que el tribunal consideró que restregaba sus genitales contra los de la menor.

La chica advirtió durante su declaración frente al tribunal de que decidió hacer públicos los abusos sufridos en su adolescencia para “proteger” a su hermana pequeña, a la que su padre todavía veía, porque no quería “que le hiciera lo mismo a ella”. H