Un incendio que afectó al comedor de una planta baja deshabitada que los propietarios utilizan como segunda residencia provocó la alarma anoche entre los vecinos de la calle Eslida. Por causas que se desconocen, el fuego calcinó los sofás y la mesa y, debido a las temperaturas alcanzadas, explotó el cristal de la ventana, por la que se escapaban las llamas hasta la calle. La rápida intervención de los bomberos del Consorcio evitó males mayores. r. d.