Un español de 23 años ha sido detenido por la Policía Nacional como presunto autor de un delito de robo con fuerza continuado, ya que se apoderó de toda la instalación eléctrica de una céntrica finca de nueva construcción de Castellón, así como de los electrodomésticos de las viviendas, que estaban a la venta, según ha podido saber Mediterráneo.

La voz de alarma la dio hace unos días el constructor de la finca, situada en la calle Maestro Vives, que confluye con la avenida Casalduch de la capital. El hombre acudió hasta la comisaría de la Policía Nacional, en el PAU Sensal, donde expuso a modo de denuncia que le habían desvalijado los pisos que estaban a la venta y eran nuevos. Entre otros objetos de valor, apuntó a que los ladrones se habían apoderado de los timbres, de la instalación de la luz, los apliques, el cableado de cobre de todo el edificio, los aparatos del aire acondicionado, los termos del agua, sistemas de calefacción y radiadores.

MATERIAL // El denunciante dijo que los delincuentes se apropiaron de los electrodomésticos instalados en las viviendas de nueva construcción, como vitrocerámicas, hornos, lavadoras, microondas y lavavajillas, además de las campanas extractoras, lavabos, grifería y hasta algunos muebles de las cocinas y de los baños.

Por otro lado, los desperfectos ocasionados en las puertas, cerraduras y dentro de las viviendas eran cuantiosos, incluso en algunos inmuebles habían cambiado las cerraduras para habitarlos.

Con toda la información, la Policía Nacional inició una investigación y un grupo de agentes comenzó a realizar vigilancias en la finca para averiguar qué estaba sucediendo. Fue durante las pesquisas cuando observaron que un joven accedía al edificio con unas llaves y entraba y salía sin ningún impedimento. Al parecer, descubrieron que vivía allí, quedándose incluso a dormir en uno de los pisos, donde también comía y tenía enseres personales.

Ante las evidencias, la Policía Nacional procedió a su inmediata detención. Tras leerle sus derechos, fue trasladado a la comisaría y después al juez de guardia. Los daños al constructor no han trascendido, pero podrían sumar más de 60.000 euros.