La Policia Local de Benicarló se ha incautado de 35 placas enteras de hachís en la playa del Gurugú de la localidad. El material se encontraba esparcido por el litoral como consecuencia del temporal marítimo de estos días, en el marco del paso de la borrasca Gloria por la provincia. El Ayuntamiento ha informado del hallazgo de la sustancia estupefaciente, aunque ha advertido que, de momento, no se sabe nada de la procedencia del material ni de los presuntos traficantes.

Cabe la posibilidad de que la droga se encontrara cerca o de que, por el contrario, las fuertes corrientes y las olas de hasta ocho metros registradas pueden haber arrastrado el alijo durante varios cientos de kilómetros. Hechos como estos no son excepcionales. Por ejemplo, en el año 2004, se encontraron en Asturias nada menos 363 kilos de cocaína arrastrados por el mar desde Galicia.

La presión policial ejercida en los últimos años en el Estrecho y el plan especial de seguridad en el Campo de Gibraltar para luchar contra el tráfico de drogas marítimo dan sus frutos y frenan a los narcos que durante mucho tiempo pasearon impunes por las costas españolas. Ahora, estas organizaciones criminales, asfixiadas, se ven obligadas a buscar nuevas rutas, mucho más arriesgadas.

En el sur peninsular, la intensificación de la vigilancia se traduce en importantes incautaciones y en el desmantelamiento de algunas de las organizaciones más importantes como la de Los Castaña en la Línea de la Concepción (Cádiz). Por su parte, en las costas del nordeste de España, la consecuencia directa ha sido la considerable reducción de alijos de droga. Ejemplo de ello es la provincia de Castellón, donde la última gran incautación por vía marítima se produjo hace ya cuatro años y medio, cuando la Guardia Civil encontró 2.000 kilos de hachís en un pesquero de Burriana, de nombre Tere Mari.