El traficante condenado a tres años de prisión por vender pastillas de éxtasis en el párking de una discoteca de Cabanes logró escapar por una ventana del cuartel de la Guardia Civil de la localidad.

Así lo señala la sentencia que ha dictado contra él la Audiencia Provincial de Castellón, en la que se pone de relieve que el condenado fue detenido y trasladado a las dependencias policiales, donde pidió a los agentes poder ir al servicio. Una vez allí, consiguió darse a la fuga por una ventana del baño. Los efectivos de la Benemérita se dieron cuenta de su huida y fueron en su busca, localizándolo en unos arbustos cercanos y resistiéndose el hombre a ser nuevamente arrestado.

El detenido se mostró violento, empujando, incluso, al guardia civil que fue en su búsqueda, aunque sin provocarle lesiones.

Este caso recuerda al que el pasado mes de mayo se vivió en el cuartel de Burriana (aunque sin llegar a lograr la fuga). Un ladrón multirreincidente (condenado recientemente por varios robos en tiendas de la Plana y con numerosos antecedentes policiales) intentó huir de las dependencias de la Benemérita, hiriendo al agente que lo custodiaba.

El arrestado, que había perpetrado varios robos con intimidación, armado con un cuchillo, en comercios y una gasolinera de Burriana, Nules y Almassora; fue detenido y trasladado al cuartel.

Una vez en los calabozos, el arrestado pidió al guardia civil del servicio de puertas que le dejara salir para ir al baño.

Auxiliado por otros agentes, el efectivo del instituto armado procedió a abrir la puerta de la celda, momento en el que el delincuente aprovechó para propinarle un golpe y tirarlo al suelo. El agente logró esquivar un primer puñetazo, pero el ladrón le pegó un estirón del uniforme, que le provocó que perdiera el equilibrio.

El arrestado comenzó a correr por las dependencias policiales, logrando, finalmente, los agentes poder inmovilizarlo.