El guardia civil acusado de un delito de imprudencia con resultado de lesiones por disparar accidentalmente en el abdomen a un compañero en el cuartel de Benicàssim ha pactado una condena de tres meses de prisión y podrá seguir ejerciendo su profesión con normalidad.

Según ha podido saber este periódico, el procesado, que se enfrentaba a una pena de dos años de cárcel, ha aceptado un acuerdo de conformidad con el Ministerio Fiscal y la acusación particular del caso.

El juicio por estos hechos, que debía celebrarse el pasado mes de octubre, pero que fue retrasado al faltar un informe forense, se ha celebrado en el Juzgado de lo Penal número 2 de Castellón.

La pena de prisión impuesta al condenado será sustituida por una multa económica, cuya cuantía todavía no se ha determinado. Tampoco así la responsabilidad civil, que deberá afrontar el Estado, según fuentes judiciales. La acusación particular pide una indemnización cercana a los 200.000 euros, pues, según sostiene el herido, dejó de ejercer como guardia civil a causa de las lesiones, que le impedían desempeñar sus funciones como agente. El efectivo que disparó sí continuó en el cuerpo, ascendió y fue trasladado a Valencia. H