Triana Martínez, una de las acusadas por el asesinato de la presidenta de la Diputación de León Isabel Carrasco, aseguró ayer que trató de disuadir a su madre, Montserrat González, cuando le anunció que había urdido un plan para acabar con la vida de la dirigente política del PP.

La declaración de Martínez, de 36 años, abrió ayer la segunda jornada del juicio que se sigue en la Audiencia de León contra las tres acusadas por este crimen, ocurrido el 12 de mayo del 2014.

La joven explicó que su madre le había comentado que “no aguantaba más”, y precisó que ella intentó convencerla para que no lo hiciera. “Sabía que lo hacía por mí, pero le dije que no buscara problemas”, explicó ante el tribunal en referencia a la persecución a la que afirma haber estado sometida por parte de Carrasco.

Triana recalcó que no quería la muerte de Carrasco pese a que se sentía perseguida por ella y que no sabía que su madre hacia seguimientos a la presidenta de la Diputación leonesa. La joven reforzó así lo declarado el martes por su madre en la primera sesión del juicio, en la que se atribuyó toda la responsabilidad del crimen y exculpó a las otras dos acusadas. En una comparecencia ante el tribunal, Triana exculpó a la policía local Raquel Gago y aseguró que siente haberla metido en un problema al haber dejado el arma empleada en su coche.

Sostuvo que Carrasco no le dio la plaza a la que aspiraba en la Diputación, que convocó para ella, porque no quiso acostarse con la víctima, y reconoció que no había contado el hecho a sus allegados porque sentía “vergüenza”. “Me sentí mal y solo se lo conté a mi madre”, pero no comentó nada de ese supuesto acoso a su padre, inspector de la policía. H