Triplicaba la tasa de alcoholemia y se llevó por delante a tres ciclistas, que estaban esperando a que el semáforo se pusiera verde para poder cruzar en la intersección de las avenidas Casalduch y Burriana de Castellón. Sucedió ayer, a las 13.00 horas, y el evidente estado ebrio del conductor del vehículo, un Ford Transit de color blanco, hizo que los agentes de la Policía Local sospecharan que conducía bajo los efectos del alcohol. La prueba que le practicaron no dejó dudas: el hombre dio un resultado de 0,75 mg/l.

Varios conductores, que en ese momento circulaban por la avenida Casalduch, llamaron al 092. Los heridos, que iban juntos practicando deporte, manifestaron a los agentes que justo, antes del accidente, oyeron un fuerte frenazo por detrás e, inmediatamente después, notaron un fuerte golpe, que los tiró al suelo.

Dos de los ciclistas fueron evacuados al Hospital General con pronóstico leve y un tercero solo precisó la asistencia de los técnicos de la ambulancia.

El conductor ha sido investigado (antes imputado) por un delito contra la seguridad vial.