La Guardia Civil se ha incautado de tres armas de caza y ha formulado varias denuncias a los participantes de una batida de jabalís en el término municipal de Espadilla. Entre el arsenal decomisado por el Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona) figuraba un fusil de asalto Cetme, también conocida coloquialmente como chopo, que es el que se utilizaba tradicionalmente en el servicio militar español y una de las armas icónicas del Ejército.

Tal como especificaron fuentes de la Benemérita, los denunciados llevaban cargadores en los que superaban el número de cartuchos permitido y utilizaban como munición, además, postas, prohibidas en la Comunitat Valenciana por ser especialmente lesivas.

Según puntualiza el artículo 12 de la Ley 13/2004, de Caza de la Comunitat Valenciana, «se trata de aquellos proyectiles introducidos en cartuchos en número de dos o más y cuyo peso unitario sea igual o superior a 2,5 gramos», cuyo empleo queda prohibido en la práctica de las modalidades deportivas de caza.

Inspección del Seprona de Segorbe

Varios agentes del Seprona de Segorbe que estaban en el término municipal de Espadilla realizaron una inspección sobre la normativa referente a la caza en zonas comunes, cotos de caza y zona de caza controlada de jabalí a varios cazadores que participaban en una batida.

Mientras chequeaban que todo estaba en regla, los guardias civiles observaron varias infracciones cometidas por parte del grupo de cazadores, por lo que procedieron a formular las correspondientes denuncias.

Asimismo, los agentes procedieron al decomiso de varias armas, además del fusil Cetme, dos rifles de precisión, equipados con «munición de guerra», en alusión a los proyectiles de postas.