Carlos Pérez se hizo cargo de la Churrería Babilonia hace ocho años. La cafetería, ubicada entre la Calle Río Turia, esquina con Avenida Valencia de Castelló, ha sufrido ya cinco intentos de robos o robos consumados durante este tiempo, pero el último, sufrido la noche del pasado martes, tuvo una peculiaridad, pues fue grabado in situ por un vecino desde su balcón. «Es un detalle tener ese vídeo porque muchas veces pese al ruido no se ha llamado ni a la policía», lamenta Pérez.

El propietario de la churrería posee también un restaurante en Marina d’Or que ha sufrido otros dos robos en verano, por lo que no esconde la «sensación de inseguridad e intranquilidad» que le producen estos hechos: «Hace años eran solo casos aislados, pero la misma noche del martes me dijo la policía que se produjeron otros tres robos en Castelló».

Confía en la detención

Espera Carlos Pérez que las imágenes, que se pueden visualizar íntegramente en la web de Mediterráneo, sirvan para identificar a los cacos, pues asegura que «conducen un coche poco habitual. Un deportivo rojo con una pegatina negra en la parte trasera, y además creo que la policía podrá incluso reconocer la matrícula».

En cuanto a los robos sufridos anteriormente tanto en la Churrería Babilonia de Castelló como en el Restaurante Kayak de Orpesa confiesa que «las investigaciones no han dado con los ladrones», que pese a no haberse llevado un suculento botín, sí han causado desperfectos y otros daños: «Algunas veces se han llevado objetos y dinero por valor de mil euros, y otras hasta 3.000, pero es más la molestia de tener que cambiar la cerradura, la persiana y el peligro que supone para el personal por si los ladrones acuden antes de cerrar o se los encuentran antes de abrir».

Sobre el último intento de robo en la churrería, Carlos celebra que «algún vecino oyó los golpes, gritó, se asustaron y se fueron». Los cacos acudieron a cometer el hurto con un pie de cabra y un mazo, pero el peso de la persiana, afirma «les hizo imposible levantarla, pues es de hierro macizo».

El propietario del establecimiento espera que con esta denuncia se pueda identificar también a los ladrones, al tiempo que pide concienciación a los ciudadanos para que en casos como este llamen a la policía inmediatamente: «Muchas veces la gente lo ve, pero prefiere no hacer nada para no tener que ir a juicio y demás, pero en calles como esta tan transitadas no es normal que ningún vecino lo vea».

Colas en la Policía Nacional

El propietario de la Churrería Babilonia visitó el miércoles y ayer las dependencias de la Policía Nacional de Castelló, pero lamenta que la larga espera para interponer la demanda le obligó a desistir, por lo que hoy acudirá de nuevo a intentarlo. «No puedo estar cuatro horas porque dejó desatendidos mis negocios y no puedo perder tanto tiempo en una cola», reconoce Carlos Pérez.

Pide el dueño del establecimiento facilitar los trámites para las víctimas de este tipo de robos, al tiempo que subraya los impedimentos de los seguros a la hora de hacerse cargo de los daños: «Siempre encuentran alguna argucia para no pagar el montante íntegro de lo robado y después tienes que arreglar tú lo que te han roto».