«Si no es por los vecinos, el incendio se hubiera propagado en dirección a Xodos y Atzeneta». Es lo que dijeron los bomberos a la alcaldesa de Vistabella, Belén Bachero, después de que un grupo de más de 50 ciudadanos sofocara un incendio que se originó el lunes en el calvario, cerca del casco urbano.

Las llamas se iniciaron debido a que un vecino sacó las brasas de la estufa a la calle y el viento propagó las chispas hacia una zona de matorral. El humo alertó a los ciudadanos, que fueron acudiendo al lugar para colaborar, debido a que la brigada forestal se encontraba en Culla trabajando en las labores de extinción del incendio, que aún no se ha dado por extinguido.

Participaron personas de todas las edades, incluida la alcaldesa, que fue de las primeras en llegar porque estaba en un bar con su familia y unos amigos. Bachero agradeció la labor del medio centenar de vecinos que se pusieron sin dudar a las órdenes de dos bomberos que estaban fuera de servicio.

Los valientes vecinos del municipio de l’Alcalatén utilizaron todo lo que estaba en sus manos en su lucha contra unas llamas que amenazaban con dirigirse hacia una zona boscosa. Cubos y mangueras viajaron de mano en mano en una cadena humana hasta la llegada de la brigada que remató la faena. Por suerte, no hubo heridos y solo se quemaron 400 m2 de matorral y la parte posterior de un coche.