Cuatro denuncias personales y una en conjunto con el resto de los propietarios, además de impulsar una recogida de firmas para expresar el malestar y que la convivencia en la vivienda “resulta imposible.” Así relata una mujer de Vila-real las múltiples acciones que han emprendido los vecinos de un edificio de la calle San Juan Bautista del municipio contra una familia con la que comparten inmueble.

La demandante no solo se queja por la música elevada, las continuas amenazas o los excrementos de perro “que nunca son recogidos por estos vecinos conflictivos”, sino que fue víctima también de un asalto a su domicilio, en el que asegura que le sustrajeron enseres con un valor de 3.000 euros. “Lo denuncié, pero, al cabo de unos días, el autor ya volvía a estar en la calle”, lamenta.

Una serie de robos continuados y de persistentes molestias que a más de un vecino le obligaron a abandonar la vivienda, incluida ella. “Tuve que pedir ayuda psicológica e ir a terapia porque no podia soportarlo”, confiesa.

La afectada, que revela que el presunto ladrón acumula cerca de 30 detenciones, no entiende cómo puede seguir en libertad. Mientras tanto, la Policía Local de Vila-real asevera que no tiene constancia de este nivel de alarma social y puntualiza que solo se trata de un suceso aislado. H