Visto para sentencia. Un hombre paquistaní, Muhammad I., de 32 años, fue juzgado ayer en la Audiencia de Castellón como presunto autor de la violación de una joven de 18 años en Onda, el 28 de enero del 2014. El acusado, que se encuentra en prisión preventiva y que acudió a la vista esposado y custodiado por la Policía Nacional, se negó a declarar. El fiscal pide 13 años de cárcel.

La víctima, una chica que ahora tiene 20 años, narró tras un biombo los hechos e indicó a la fiscala y ante la atenta mirada de los tres magistrados del tribunal que el acusado la emborrachó antes de forzarla: “Éramos conocidos, me lo había presentado un amigo. Esa tarde quedamos con él mi amigo y yo. Vino a recogernos con su coche y fuimos al bar Colonial de Onda. Nosotros pedimos dos coca-colas, pero él insistió en que nos invitaba a unos cubatas. Mi amigo se marchó y yo no estaba en condiciones muy normales. Solo recuerdo que había alguien sobre mí dentro de un coche, no recuerdo su rostro, pero notaba dolor y le pedía que parara, pero me estaba forzando”.

La joven explicó en la sala que acababa de cumplir 18 años apenas unos días antes y que nunca había mantenido relaciones sexuales con anterioridad.

DESNUDA // La madre de la joven también declaró detrás del parabán, para no tener que ver al presunto agresor. Relató muy nerviosa: “Mi hija suele llegar a casa sobre las 21.30 horas y era ya muy tarde y no había llegado. La llamaba al móvil y no lo cogía. Mi marido y yo llamamos a su amigo y nos dijo que la había dejado con un chico en un bar, que iba a intentar localizarla, y así lograron averiguar dónde estaba y fuimos corriendo a por ella”.

La progenitora narró con desasosiego cómo encontró a su hija: “La había tirado delante de la gasolinera, a la entrada de Onda, desnuda; como yo la traje al mundo. Estaba sucia, con sangre y llevaba paja en el pelo”. Y añadió que, después de ducharla, fueron al Hospital de la Plana y al día siguiente interpusieron ya la denuncia. “Metí toda su ropa en una bolsa y tal cual se la entregué a la Policía Nacional”, concretó.

El amigo de la joven que estaba con ella antes del suceso explicó en el juicio que desde su punto de vista, el acusado “la había emborrachado y hasta drogado”.

La camarera del bar indicó que se tomó nota de la matrícula del coche: “A ella la había visto antes, pero a él nunca. Su actitud era extraña porque pedía que cargara las copas con alcohol. Me llamó la atención la diferencia de edad y que él le insistiera tanto en que bebiera. La chica se cayó al suelo y él se la llevó al coche”.

La Guardia Civil detuvo al acusado en un piso de Burriana: “Estaba escondido tras un sofá”. H