Los dos jóvenes de 18 y 16 años que supuestamente fueron secuestrados por el exmarido de su hermana el año pasado afirmaron ayer, durante el juicio que se celebró en la Audiencia de Castellón, que el acusado les puso un cuchillo de cocina debajo de la garganta y les obligó a subir en una furgoneta para llevarlos a València bajo la amenaza de cortarles el cuello si su hermana no volvía con él ese día y retomaban la relación.

La vista comenzó a las diez de la mañana con una larga lista de testigos. Los dos acusados, Viorel M., presunto autor del secuestro, y su amigo, Cristea B., quien, supuestamente, le ayudó y condujo la furgoneta actuando como colaborador necesario, se enfrentan a 23 y 17 años de cárcel, respectivamente, por detención ilegal y amenazas de muerte, como pidió el fiscal Javier Carceller en sus conclusiones definitivas.

Viorel M. lo negó todo y declaró que los dos chavales (hermanos de su ex) subieron en la furgoneta voluntariamente tras encontrárselos de manera fortuita por Castellón. Y detalló que le dieron «un beso y un abrazo». Además, dijo que al llegar a València para entregarle a su ex dinero y ropa para la hija de ambos y ver a su excuñada allí con un cuchillo, decidió marcharse corriendo.

Para sorpresa de todos, su amigo y supuesto compinche, Cristea B., se derrumbó en el juicio (hasta ayer se había negado a declarar hasta en tres ocasiones). Así, confesó que Viorel le pidió que lo llevara a Castellón y que «obligó a los chavales a subir en el furgón poniéndoles bajo el cuello un gran cuchillo de cocina de unos 15 centímetros», precisó.

Cristea, además, aseguró que cuando recriminó a Viorel su violenta actitud, este le espetó que se callara, que le había pagado para que condujera, revelando que le abonó 100 euros por ello. Y especificó: «Cuando se pone nervioso es violento. Yo tenía miedo por si me pasaba algo».

LA EXMUJER

Por su parte, la expareja del presunto autor del secuestro explicó en la sala que él ya le había enviado algunos mensajes por teléfono amenazándola con que si no retomaban la relación sentimental le haría daño a su familia. «Ese día le llamó y me dijo que tenía secuestrados a mis hermanos y que si no me iba con él los mataría». Y añadió: «Entonces acepté encontrarnos en València para el intercambio».

Asimismo, otros testigos, familiares de las víctimas, detallaron que Viorel estaba «obsesionado con su ex» y «llevaba días merodeando por Castellón» vigilándoles para hacerles «daño». Y matizaron: «También lanzó unas amenazas de muerte y advertencias en las redes sociales». El juicio que duró cuatro horas, quedó así visto para sentencia.