Víctor Llorens Jordá, el vila-realense que raptó con una navaja a su expareja, Andrea Carballo, la introdujo en un coche a la fuerza y colisionó contra una gasolinera de la N-340 en Benicàssim, ya había sido condenado a 64 días de trabajos en beneficio de la comunidad por pegar a otra chica con la que mantuvo una relación.

Así lo dio a conocer ayer el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat, que incidió en que en dicha ocasión --en septiembre del año 2013-- Llorens reconoció los malos tratos y aceptó la pena que pedía para él la Fiscalía. Según la sentencia, en dos episodios violentos, amenazó a la víctima y le dio un bofetón.

Asimismo, el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Vila-real lo investigaba en la actualidad por tres delitos de lesiones cometidos contra Andrea Carballo y que fueron denunciados el pasado día 15, cuando la joven relató varios hechos violentos sufridos durante su relación de dos años --entre ellos, un intento de atropello con el coche--.

La jueza tomó declaración ese mismo día a la víctima y al agresor y, tras escuchar a ambos, el fiscal apreció tres delitos de lesiones. No obstante, el juicio rápido no pudo celebrarse porque las versiones eran contradictorias y no existía, según explicó el TSJCV, parte médico que acreditara las lesiones de la chica, que había ocultado el maltrato sufrido durante el noviazgo.

La Fiscalía pidió una orden de alejamiento para que Llorens no pudiera acercarse a menos de 200 metros de la ya fallecida, pero no solicitó el ingreso en prisión del acusado y tampoco lo hizo el abogado de la denunciante, según puntualizó ayer el TSJCV. Y es que el juez solo puede tomar la decisión de privación de libertad cuando se trata de una medida reclamada por las partes.

El funeral del maltratador sentenciado se celebró ayer en la intimidad de la capilla del Carmen de Vila-real. Su expareja, en cambio, fue despedida por 800 vecinos en una multitudinaria misa.

La familia de Andrea no conoce todavía los resultados de la autopsia que le ha sido practicada a la joven y buscará un abogado para exigir justicia y pedir a la policía que asuma sus responsabilidades. Los padres y hermanos de la víctima han criticado desde el primer momento del caso que los agentes «no protegieran suficientemente» a la fallecida.