La comunidad de regantes de Moncofa ha sufrido un importante robo en su red de goteo. En este último ataque al campo provincial han sustraído 65 piezas que tienen un valor superior a los 50.000 euros, según explican los afectados. Además, ha provocado la imposibilidad de regar las más de 800 hanegadas que existen distribuidas en dos partidas.

Concretamente, los asaltantes hicieron acto de presencia en la de Bobalar, de donde se llevaron 25 elementos ubicados en siete casetas de registro. También asaltaron la partida l’Alqueria, de donde robaron otros 40 de nueve casetas más.

Vicente Canós, presidente de la comunidad de regantes, mostró ayer los daños a este diario y explica que «el desembolso necesario para reponerlos todos es muy importante» para ellos. En todas las casetas del término municipal que durante estos años han sufrido sustracciones han instalado repuestos de polietileno, un material poco atractivo para los cacos. «Nos hemos dado cuenta de que han abierto varias casetas y, al ver que no eran de hierro, no han hecho nada y se han marchado», comenta Canós a Mediterráneo.

«Aún quedan algunos metálicos porque lo que no podemos es cambiarlos para evitar robos. Por desgracia, nos vemos obligados a intervenir cuando nos sustraen algo», concreta el representante de los agricultores de Moncofa.

VISITAS PREVIAS //

Los afectados tienen las sospechas de que los ladrones, antes a cometer sus golpes, reconocen el terreno y comprueban si los caminos tienen salida para planificar su rápida huida tras consumar el robo.

Como no podía ser de otra manera, los hechos ya han sido denunciados ante la Benemérita y el equipo Roca --especializado en los delitos del campo-- es conocedor de estas sustracciones.

Canós no es la primera vez que sufre este tipo de actos. «En su día la Guardia Civil, que hace un excelente trabajo, pudo localizar y detener a los ladrones de mi finca, pero una vez puestos en manos de la justicia, todo se ralentiza y hoy en día desconocemos si estas personas siguen sueltas o en qué situación están», dice.

Los regantes insisten en que «así no se puede funcionar». «En este tipo de situaciones se implica mucha gente: Guardia Civil, Policía Local e incluso los propios regantes, que en ocasiones tratan de pillarlos in fraganti, arriesgando su propia integridad física», puntualiza el representante.

JUSTICIA /

Para los agricultores, la justicia debe ser «más ágil». «Si no lo es, no es justicia y estas personas pueden campar a sus anchas, haciendo daño a unas infraestructuras que son muy valiosas por el trabajo que desempeñan en el regadío de todos los campos de la provincia», reflexiona Canós tras el último robo.