El TAU Castelló se complica la existencia en LEB Oro tras su merecida derrota ante el Covirán Granada en una pobre actuación de los de Toni Ten, que apenas tuvieron momentos de juego brillante y que vivieron un colapso bastante serio en el ultimo y decisivo cuarto que les acabó condenando.

El choque se inició con mucha igualdad, con la puntería muy afinada en ambos contendientes. Los que empezaron más entonados fueron los hombres de perímetro locales, ya que tuvieron que pasar más de 5 minutos para los primeros puntos de un interior, fruto de 2 tiros libres anotados por Portález. Por su parte, en el conjunto andaluz la cosa estaba más repartida, ya que su cuatro Bortolussi hacía daño al abrirse, su cinco Olmos era difícil de defender cerca del aro con su tiro de gancho y el alero Carlinhos las metía de diferentes maneras. Poco a poco, llegó más aportación de los pívots castellonenses y la anotación del TAU continuó siendo bastante fluida, llegando al término del primer cuarto con unos altos guarismos (23-21).

La defensa de los de la Plana apretó bastante más en el siguiente periodo y cuando esto ocurre en los de Toni Ten, pueden hacer transiciones más rápidas. Además, Washburn pasaba por unos minutos de inspiración, por lo que se abrió una pequeña y esperanzadora brecha (34-27, min. 15). Sin embargo, el Covirán Granada se rehizo con armas parecidas a las que le fueron bien al inicio y unos ataques mal definidos por el combinado anfitrión (37-37, min. 18). Así, Toni Ten puso en pista a Joan Faner para darle otro ritmo al envite y a Washburn en busca de la efectividad mostrada anteriormente, aunque no sirvió para volver a tomar la delantera, con lo que se llegó al descanso con 41-42 en el luminoso.

En la reanudación, lo cosa no fue nada fluida para el combinado anfitrión, con problemas para afrontar las alternativas defensivas de su rival. Por suerte, a medida que pasaban los minutos los interiores locales empezaron a llevar la responsabilidad anotadora, aunque fue un serio contratiempo la temprana tercera falta de Washburn (min. 26), que le obligó a sentarse. Fueron momentos de máxima intensidad defensiva de los castellonenses, algún que otro contraataque y subida de decibelios en el Ciutat de Castelló, cuya afición vio con alivio como su equipo superaba un importante bache. Apareció también Fuzaro, quien hizo de sus penetraciones un importante recurso, pero en el tramo final de este periodo las rápidas transiciones de los de La Plana no dieron resultado y se llegó al término del mismo nuevamente con cierta preocupación (56-59), ya que el Covirán Granada no se descomponía, bien liderado en estos momentos por su interior Guille Rubio.

En el último periodo continuó todo muy nivelado. En cuanto pasaron tres minutos, volvió Washburn a pista, pero en pocos segundos cometió su cuarta personal. Aún así, siguió en pista, secundado bajo los tableros por un Javi Lucas que estaba ofreciendo su mejor versión. Llegaron entonces unos minutos de desconcierto en los locales, con selección de tiro precipitada y pocas ideas, lo que dio a alas a los granadinos (63-68, min. 34). Tocaba defender a muerte ahora y atacar un poco mejor, con más circulación de balón en el juego posicional. Sin embargo, los errores castellonenses se sucedían y las sensaciones eran cada vez perores. La presión en toda la pista y la defensa en zona visitante se atragantaban y poco a poco el Covirán Granada se iba despegando (65-72, min. 37), mientras a los jugadores locales se les veía crispados, con cara de disgusto y fijándose demasiado en los árbitros. La situación ya pintaba muy mal, no quedaba tiempo y no hubo un cambio significativo en el juego, por lo que el triunfo viajó hacia Granada con toda justicia.