Ya lo cantaba Peret: «No estaba muerto, estaba de parranda». Y, por un día (hoy, 23.00 h.), Andreu Buenafuente también se lleva su Late motiv (en el canal #0) de fiesta. Y lo hace en el sentido estricto de la palabra, porque hay guitarras, hay palmas, hay cantes y hay, sobre todo, gente dispuesta a disfrutar del momento, ingredientes imprescindibes para montar una buena farra rumbera. El show rendirá así homenaje a un género, el de la rumba catalana, que ha vivido un renacimiento en las últimas décadas auspiciado por los JJOO de Barcelona.

La cita es en la Bodega La Riera, un punto de reunión con música en directo. «Es un espacio perfecto, porque en este bar hay verdad», cuenta Bop Pop, subdirector de Late motiv. Entre barriles de moscatel, vino rancio y vermut de Gandesa, amén de inscripciones con aires reivindicativos --«Prou enderrocs and remember: Gaudi hates you» (basta de demoliciones y recordad: Gaudí os odia)--, el equipo del programa se pone manos a la obra. Después de tres temporadas, la maquinaria parece muy engrasada.