Con el lanzamiento hoy de MiTele+, de Mediaset España (con todo el fútbol de élite como principal valor), el boom de las plataformas de tele de pago sigue creciendo hacia el infinito, y más allá. Pero lo que sí es finito es el bolsillo y el tiempo del consumidor, ávido de buena ficción, pero incapaz de asumir la inabarcable oferta de series y películas que llegan por internet. Netflix convulsionó el mercado, pero ya antes existía en España Wuaki (ahora Rakuten). Telefónica también provocó un terremoto con Movistar+. Y ya se otean nuevas ofertas de categoría sideral: Disney+ en noviembre, Warner (como HBO Max), en la primavera del 2020, AppleTV+ también a punto de salir, sin olvidar BritBox, de la BBC, y Youtube. La oferta es desmesurada.

«Hay un exceso de plataformas», afirma Mikel Lejarza, doctor en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Complutense de Madrid. Para el también expresidente de Atresmedia Cine y actual asesor de Atresmedia Studios, las empresas más importantes del audiovisual han reaccionado ante el cambio de modelo de la distribución de contenidos. «Las grandes compañías no quieren quedarse al margen como meros proveedores de contenidos para Netflix o Amazon. Quieren su parte del pastel y defender su estatus», argumenta.

Elena Neira, profesora de Estudis de Ciències de la Informació i de la Comunicació de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), también coincide en que existe una burbuja en el sector, y que todo empezó con Netflix, que revolucionó el mercado con su modelo de explotación de contenidos.

NEGOCIO TRADICIONAL // Ambos consideran que el maremoto llegó cuando Netflix empezó a producir sus propias series y películas. Según Lagarza, puso en peligro el negocio tradicional de las grandes productoras, que han reaccionado plantándole cara: «Y lo han hecho de forma espectacular: la compra de Fox por parte de Disney. Es algo brutal, como si el Madrid comprase al Barça».

En este nuevo panorama, los expertos tienen claro que no hay sitio para todos. «Hay un exceso de ofertas», dice el exdirectivo de Atresmedia, quien augura «una gran batalla» en la que «ganará el que ofrezca el mejor contenido, como siempre ha sido».

«Sin duda el contenido original es la clave», corrobora Neira, aunque cree que esa guerra por la audiencia no será tan cruenta, y predice que «Netflix acabará fusionándose con otro gran grupo». Y no precisamente en inferioridad de condiciones. «Vio claro la importancia de tener producción propia, además de un buen catálogo, y ha sabido apostar por la tecnología: tiene un servicio al usuario cómodo, efectivo y sencillo que es imbatible», relata.