Hoy se cumplen diez años de la muerte de Valerio Lazarov, el hombre que sacó del ostracismo y los grises a la televisión española, que cambió el modo de entretener al público y quien hizo el milagro de poner nombre a los responsables de los programas. Nacido el 20 de diciembre de 1935 en Birland (Rumanía), Lazarov llegó a España a través de un intercambio con la televisión rumana para realizar el programa Nada se destruye, todo se transforma en 1968; TVE apenas llevaba un decenio funcionando y la tele era aún en blanco y negro. Alumno de la Escuela de Cinematografía de Bucarest, su nombre irá siempre unido al ballet Zoom. En 1981 Lazarov se fue a Italia donde trabajó primero en la RAI, para después fichar por Fininvest. Esto fue decisivo en la llegada de las privadas a España. En 1989 regresó y puso en marcha Telecinco.