Son 12 solteros, de procedencia y profesiones variopintas, a los que les une un nexo común: su aspiración a encontrar a su media naranja y llegar hasta el altar. Este es el punto de partida de Casados a primera vista, dating show basado en el formato Married at first sight --con emisión en una veintena de países--, que hoy llega ya a su cuarta temporada en Antena 3 (22.30 horas).

Los aspirantes no se conocen y ni siquiera se han visto nunca, pero ya están prometidos desde el minuto 1. La cadena privada y la productora Boomerang TV se han asegurado que las seis parejas tengan un alto grado de compatibilidad, algo que no garantiza el éxito a tenor de lo visto en las anteriores entregas, donde el éxito de la relación, una vez formalizado el «sí, quiero», no ha sido elevado. Eso sí, los responsables del espacio se han asegurado el espectáculo introduciendo perfiles muy diversos y nunca vistos antes en el programa. Entre estos hay una pareja interracial y otra compuesta por dos mujeres. Y también profesiones variadas, como dependientes, un opositor a Guardia Civil, el dueño de un gimnasio, un pensionista y también una camarera.

La mecánica es la sabida: durante la boda, los novios tendrán que conocer a sus suegros, cuñados y nuevos amigos, lo que implica vivir momentos de tensión antes de quedarse a solas por primera vez en su noche nupcial.