Elena Rivera (Zaragoza, 1992) es una de esas actrices a las que hemos visto crecer en la televisión. Aunque debutó con solo 7 años en el concurso musical 'Menudas estrellas' de Antena 3 demostrando sus cualidades vocales (algo que sigue haciendo cuando publica 'covers' en su cuenta de Instagram), maduró artísticamente gracias al papel de Karina en 'Cuéntame cómo pasó', el primer amor de Carlitos (Ricardo Gómez) que acabaría convirtiéndose en su esposa.

Tras su salida de la longeva serie de TVE-1, con la marcha de su personaje a Nueva York, ella no ha parado de encadenar proyectos. Ahora, además, como protagonista: de la intrigante Paula de 'La verdad' (Tele 5) a la conquistadora de Chile de 'Inés del alma mía', la serie de Amazon Prime Video inspirada en un personaje real y basada en el libro homónimo de Isabel Allende, que la próxima temporada también se podrá ver en abierto en TVE-1. "Los hombres son siempre los que pasan a la historia en el papel, pero hay muchas mujeres que han dado guerra", recalca la actriz, que ya tiene nuevo proyecto: la serie 'Alba' de Antena 3, donde interpreta a una joven víctima de una violación múltiple.

Ahora hablamos mucho del empoderamiento de la mujer, pero esta Inés Suárez que usted interpreta sí que era una mujer empoderada y, encima, nada menos que en pleno siglo XVI.

Completamente. Yo creo que, al final, la esencia de Inés es la de una mujer adelantada a su tiempo. No deja de ser una mujer que se adentró en un mundo de hombres, porque pasó a la historia por ser una guerrera, la conquistadora de Chile. Ella fue la cabecilla de aquella lucha, aunque siempre iba con Pedro de Valdivia Eduardo Noriega.

En el primer episodio, centrado en su juventud, ya da muestras de su carácter, escapando del destino que tenían preparado para ella: meterla en un convento. Y lo hace para casarse con un hombre, Juan de Málaga (Carlos Serrano).

De jovencita ya se le veía con mucho carácter, rebelándose contra su abuelo. Y luego, en el viaje que emprende hacia Chile, era una mujer empoderada que luchaba por vivir la vida que ella quería.

¿Conocía el personaje de Inés Suárez antes de interpretarlo?

No. De hecho, al principio no sabía si era un personaje de fantasía que Isabel Allende había recreado en una novela o era real. Empecé a investigar y descubrí que sí, que era cierto. Y era española, de Plasencia.

¿Cree que esta serie servirá para hacerle justicia a un personaje muy conocido en Chile, pero no tanto en España?

Aquí no es tan conocida, pero en Chile sí, como Pedro de Valdivia. Cuando fuimos a rodar allí, vimos que había un montón de parques y paradas de metro con su nombre, y tenían estatuas de estos personajes tan míticos. Creo que se la conoce por su manera de ver la vida, por quererse comer el mundo y su manera de ser, que podía con quien se le pusiera por delante. Es muy interesante ver que hay mujeres que han pasado a la historia. Parece que los hombres son siempre los guerreros, los luchadores que pasan a la historia en el papel, pero hay muchas mujeres que conocemos, o que no conocemos, que se perdieron en la historia dando guerra.

¿Sintió que el rodaje la ponía a prueba? Porque tenía escenas montando a caballo y de batalla, manejando espadas.

El proceso, como actriz, fue muy enriquecedor, porque ya simplemente el hecho de la preparación del personaje era un reto. Porque tenía que saber montar a caballo bastante bien, ya que había momentos de lucha en los que tampoco podías controlar si el caballo se te iba a ir de la marca o se te iba a poner a dos patas, que alguna vez me pasó, aunque luego eso viniera muy bien para la escena. Todo eso lo tienes que controlar muchísimo para que no se note que estás con miedo, sino que te tienes que poner en la piel de una guerrera. Todo ese proceso fue muy bonito y enriquecedor y lo disfruté muchísimo, aunque también fuera duro.

¿Le van los retos?

Yo soy 'kamikaze' y todo lo que sea difícil y complicado me motiva y me gusta.

La serie recrea el viaje real de Inés Suárez a América. El rodaje les llevó no solo por España, sino también a Chile y Perú.

Soy consciente de que este personaje ha sido un regalazo, no solamente por el hecho de ser una coproducción entre RTVE, Boomerang, Chilevisión y Amazon, sino también porque hicimos el viaje prácticamente igual que hicieron los personajes reales, y eso siempre es un plus y un punto a favor para el producto.

Rodaron en muchos espacios naturales. Desde España, en La Calahorra (Granada), Cáceres y Trujillo, a Perú (Cuzco) y Chile, en el desierto de Atacama, Santiago, Valdivia y Araucania.

Para nosotros, para poder recrear a estos personajes era un regalazo poder hacerlo en espacios naturales. Hemos hecho el viaje casi literal que hicieron ellos. Hemos estado en pueblos de Perú a más de 4.000 metros de altura, en los que algunas veces teníamos que pedir oxígeno porque nos ahogábamos, en el desierto de Atacama de Chile, en las selvas amazónicas... Ha sido algo espectacular. El viaje, como tal, creo que había que contarlo, porque para Inés y Pedro fue trepidante y una aventura apasionante. Nosotros hemos tenido la suerte de poder recrearlo casi al cien por cien, lo que ha sido toda una maravilla.

Cuando supo que tendría el papel de Inés, ¿quiso leerse el libro de Isabel Allende en el que se basa la serie?

Al principio, quise preguntar si era conveniente que me lo leyera, porque hay veces que te encuentras con directores que, a lo mejor, te dicen que no te bases tanto en la novela si luego la versión televisiva va a cambiar un poco. Pero luego me dijeron que sí, que era mucho mejor tener esa información y una base para ver cómo era esta mujer y poder darle más matices al personaje. Y después, si había que ir cambiando cosas, ya las iríamos cambiando desde el guion.

¿Le sacó muchos matices al personaje leyéndose el libro?

La verdad es que me lo leí y me lo releí. Porque, como primer impacto, lo intenté leer como una lectora más y, luego, ya fui trabajándolo desde otro punto, leyéndolo por segunda vez, tomando notas, apuntando algunas frases muy míticas y bastante características del personaje para colarlas después en alguna escena, algo que yo creo que le daba mucha potencia a los conflictos que van surgiendo entre Pedro e Inés.

¿Qué tipo de conflictos?

Conflictos entre Pedro e Inés y con los demás hombres, que van viendo que la que lleva los pantalones es ella porque era la que dominaba más a Pedro. Y eso, en aquella época, estaba muy mal visto. Para saber todas esas cosas que van creando la esencia del personaje de Inés, sí que era imprescindible haberse leído la novela.

La serie abarca un amplio abanico de la vida de Inés Suárez, así que la vemos caracterizada también como más mayor. ¿Intentó interpretarla de forma distinta según la época de su vida?

En los últimos capítulos se ve a una Inés más madura, así que intenté que se viera más cansada, también a través de la mirada, como una persona que ha vivido todo lo que ella había vivido.

Y, luego, está también el maquillaje...

Sí, se recreó con maquillaje. Todo el equipo de alrededor que nos ha acompañado en este proyecto nos ha ayudado mucho. Incluso con la luz jugaban a que todo estuviera más oscuro, fuera más decadente, a tener una atmósfera distinta, con otra manera de vestir... Había muchas cosas con las que se va notando que es una mujer madura que ha vivido cosas muy duras y se ve bastante diferente a cuando la vemos al principio como una jovencita de provincias, vestida como una moza de pueblo. Yo creo que se nota bastante la diferencia.

¿Tuvo la oportunidad de hablar con Isabel Allende acerca de su personaje?

Yo personalmente no. Pero el guionista, Paco Mateo, y Jorge Redondo, el productor ejecutivo, sí. Antes de empezar a rodar tuvieron alguna reunión con ella porque había venido a España a presentar su última novela.

¿Tenían, entonces, el beneplácito de Allende?

Estaba encantada. Había leído los guiones y estaba entusiasmada por poder ponerle cara, ojos y gestos a su Inés. Me quedé con ganas de conocerla. Espero que ahora surja alguna oportunidad para hablar con ella, porque me interesa su opinión, a ver qué le ha parecido el resultado. Ha sido un verdadero regalazo poder hacer un papel así, y más basado en una novela de Isabel Allende.

Inés del alma mía se suma al aluvión de series históricas que hay actualmente. ¿En qué cree usted que se basa el éxito de este tipo de ficciones?

Yo creo que en su éxito tiene algo que ver que el espectador siempre busca de dónde venimos, nuestros orígenes, nuestros antepasados, ver cómo se ha ido creando todo, la historia de España... Y más, si le pones ese punto de amor que siempre gusta mucho, de ver un romance que parece imposible y luego comprobar si funciona o no.

Esta serie tiene, además, el añadido del componente de aventura.

Sí, de ver que hay gente capaz de tener esa motivación y coger un barco, como hizo Inés, con el propósito de encontrar a su marido. Y luego ve que le unen muchas cosas con la gente nativa de América. Hay veces que tenemos la visión de que el conquistador llega, quiere plantar su bandera y violar a las mujeres. Y aquí había algo muy bonito con Inés, que es que ella ve que tiene algo en común con toda esa gente, que quiere conquistar toda esa tierra pero para enriquecerla, para que entre los aborígenes y los españoles se cree una comunidad más enriquecedora. Motiva saber que existía gente así, tan fuerte y con esa capacidad de aceptar todo lo que le viniese.

Porque las condiciones, lógicamente, serían muy duras en el siglo XVI en una tierra prácticamente desconocida.

Es para quitarse el sombrero. Cuando hemos estado grabando en estos viajes tan complicados, con condiciones meteorológicas tan duras, yo siempre pensaba: y esto es solo un rodaje. Así que ya solamente saber que hubo personas que hicieron todo esto ayuda a que la gente empatice con la serie.