A lo largo de sus cuatro temporadas en Netflix, 'Las chicas del cable' han tenido que sortear unos cuantos vaivenes. Las jóvenes que forjaron su amistad trabajando como operadoras de una empresa telefónica en la España de los años 20 se han enfrentado a asesinatos, secuestros, atentados, conspiraciones, condenas de cárcel, a una mala malísima como doña Carmen (Concha Velasco), al machismo y, sobre todo, al fallecimiento de una de las protagonistas. Sin embargo, hasta ahora no habían sido víctimas de los estragos de la guerra, algo que experimentarán en su temporada final, que llega este viernes 14 de febrero.

La plataforma estrena los primeros cinco episodios de su quinta y última temporada, con la guerra civil española como telón de fondo. Le quedarán pendientes otros cinco capítulos, que llegarán a lo largo del año. "Va a morir mucha gente", avanza su creadora y productora, Teresa Fernández-Valdés, acerca de la que considera su entrega "más ambiciosa": "Hay más exteriores, acción y efectos por las consecuencias de la contienda", que trastocará la vida de las chicas, aunque también servirá para volver a reunirlas.

SIETE AÑOS DESPUÉS

Siete años después de que las protagonistas se dispersaran por diferentes partes del mundo tras el rescate de Óscar (Ana Polvorosa) de prisión, Lidia (Blanca Suárez) regresa desde Nueva York siguiendo los pasos de Sofía (Denisse Peña), la hija de Ángeles, que se ha alistado en el bando republicano movida por su afán para combatir el fascismo. "Ver Madrid prácticamente destruido será un duro golpe para ella", explica la actriz sobre una temporada que no dulcifica tanto la historia, aunque siga manteniendo un cierto glamour impropio de los tiempos que corren, algo que la productora Bambú ya explotó con 'Velvet'.

De nuevo en la capital, se reencontrará con Carlota (Ana Fernández) y Óscar, que están cubriendo el conflicto como periodistas y que sufrirán altibajos en su relación, y Marga (Nadia de Santiago), la única que no había escapado del país y que será "la que más vivirá las consecuencias de la guerra", según destaca la actriz que la interpreta. Otros personajes del pasado también reaparecerán para complicarles aún más la papeleta durante una temporada que prescindirá de las pinceladas de humor de anteriores años para centrarse en la realidad femenina de la guerra. "Era una situación tan crítica, que las distinciones entre hombres y mujeres llegaron a difuminarse", recalca su creadora.

MUJERES DEL SIGLO XXI

En una serie que se ha caracterizado por el empoderamiento femenino como una de sus grandes bazas, resulta paradójico que haya elegido para su despedida una época en la que la mujer perdió muchos de los derechos que había conseguido en las últimas décadas. Fernández-Valdés justifica esta decisión destacando el carácter luchador de estas chicas. "Lo atractivo es que ellas, aunque podrían pasar de todo porque ya tienen sus vidas hechas, se implican en esta guerra y posguerra con la esperanza de que una futura generación de mujeres consiga lo que ellas ya habían logrado", afirma.

Porque, aunque 'Las chicas del cable' es una serie de época, sus protagonistas tienen mucho de las mujeres del siglo XXI. "Es algo por lo que Netflix peleó mucho desde el principio. Querían que hubiera lazos comunicantes directos entre los conflictos del presente y los del pasado. Que cuando los jóvenes la viesen, no dijesen: esta es una serie para mi madre", argumenta la creadora sobre una ficción que abrió la veda a la producción original de la plataforma de 'streaming' en España.