Puede que Nia, la ganadora de 'OT 2020', fuera la gran voz femenina de la última edición del 'talent show' musical de TVE-1, pero entre los entregados alumnos de la mediática Academia también había un 'triunfito' que sobresalía entre el resto por su peculiar timbre, un tono grave casi de locutor radiofónico. El 'crooner' murciano, llegaron a llamar a Flavio, que se alzó con el segundo puesto en el famoso concurso. A sus 20 años, el chico tímido que iba para pianista y que comenzó a cantar hace tan solo tres años, cuando empezó a subir 'covers' a Instagram, sigue preparando su primer disco ("No sé cuándo saldrá, porque me van cambiando la fecha", avanza), aunque se ha destapado como un 'poetiso sin permiso', título con el que quería bautizar su primera incursión en el mundo literario, un libro de prosa poética ilustrado al que al final ha acabado llamando como su primer sencillo, 'Yo con yo mismo' (Editorial Bruguera).

"Cada cosa tiene sus tiempos, y la discográfica tiene los suyos. Desde que salí de 'OT' he ido sacando canciones, pero el libro se ha adelanto al disco", se justifica Flavio, que aprovecha las páginas de la obra para recuperar recuerdos de infancia (como cuando de pequeño jugaba a ser director de orquesta), anotar vivencias a modo de diario, escribir unos textos que bien podrían ser canciones y enseñar a sus fans los bocetos que apuntaba en su libreta cuando era uno de los inquilinos de la Academia, donde siempre fue uno de los alumnos más reservados. "Tienes un halo de misterio", le llegó a decir Portu, uno de los jueces del programa, algo que el joven cantante achaca a su carácter "más cauto y cohibido a la hora de decir las cosas" que el resto de sus compañeros.

"Soy el chico solitario al que siempre le ha costado relacionarse, que siempre ha preferido estar en un segundo plano, pasar inadvertido", se describe Flavio en el libro. Eso, obviamente, quedó atrás nada más pisar el plató de 'OT', con su abrumadora proyección mediática que hace que sus participantes se granjeen el cariño de miles de admiradores, pero también despierten el interés "de los depredadores al acecho cuando sales al mundo real". "Te encuentras desde gente que te pide un hijo a otros que solo están al loro de que cometas un fallo", explica el joven artista.

Canciones 'cortavenas'

Él, celoso de su intimidad, se lo toma con resignación. "El programa te da visibilidad y sales convertido en un personaje público. Pero 'OT' me ha llevado a ganar seguridad en el escenario", recalca, con las miras puestas en la promoción de su primer disco, que llegará próximamente después de haber ido lanzando 'singles' como las baladas 'Yo con yo mismo' y 'Ya' y las más movidas 'Calma' y 'Dejarse llevar', en las que habla de nuevos comienzos, pero también de rupturas sentimentales.

"Se me da bien escribir sobre el desamor", confiesa. "Es más fácil que la gente conecte con una canción así, porque puedes empatizar y ponerte en el lugar de la persona que está sufriendo", subraya quien reconoce que en el último año le han salido muchas "canciones cortavenas", de esas que, después de escucharlas, hacen que "aflore la tristeza" en vez de ponerte a bailar.

Y eso que a él, en 'OT', lo que se le veía era un brillo en los ojos cuando compartía momentos con la extrovertida Samantha. "Era una relación entre dos compañeros que se apoyan en todo lo que hacen, sin importarles lo que digan", comenta, visiblemente contrariado, sobre su relación con su compañera de concurso, que también aparece en alguno de los textos de 'Yo con yo mismo'. "Es que uno se siente inspirado por la gente que tiene a su alrededor, por los familiares y amigos, y no solo por su pareja", responde, esquivando el bulto acerca de cómo sigue su relación fuera de 'OT'.