El declive del otrora invencible Gran hermano parece evidente. Tal como demuestran los datos de audiencia, en esta 18ª edición, pese a que se ha denominado Revolution, está demostrando evidentes síntomas de cansancio. Y este declive coincide con una situación totalmente inédita en la larga historia del concurso, y que va mucho más allá del ya conocido edredoning: la sorprendente expulsión de uno de los concursantes, José María, por supuestos abusos sexuales.

Todo este singular y sospechoso espectáculo que ofreció Tele 5 ha servido para que se disparasen los comentarios en las redes sociales, pero no ha tenido el mismo efecto en las audiencias de televisión. La serie de corte fantástico y policiaco Estoy vivo, de TVE-1, lideró el prime time del jueves con 1.983.000 seguidores (11,9%), mientras que Gran hermano Revolution congregó a una cuota media del 15% con 1.581.000 incondicionales. El jueves anterior, el reality tuvo una cuota de pantalla del 12.2%, con 1.276.000 personas.