Lo más normal con una serie, incluso con una buena, es que su primer episodio sea el más visto y los inmediatamente posteriores vayan decreciendo en cuanto a público. Los últimos ya solo los ve una reducida base de fieles o incondicionales que apenas tiene con quién comentarlos.

Por eso la de Killing Eve fue una de las historias de éxito más sorprendentes del 2018: las audiencias de la serie de BBC America (aquí emitida por HBO) crecieron casi con cada episodio, como resultado del boca-oreja y el entusiasmo de la crítica. Nadie quería perderse la siguiente etapa del juego de gato y ratón entre la agente del MI5 Eve Polastri (Sandra Oh) y la asesina mercenaria Villanelle (extraordinaria Jodie Comer), conocida tanto por su eficacia e imaginación a la hora de matar como por su sentido del estilo.

BBC America debió ver pronto la calidad y potencial de lo que tenía entre manos, porque renovó la serie para una segunda temporada días antes de estrenarse la primera. La nueva entrega de la frenética ficción se estrena hoy para convertir los lunes en un día más excitante.