Después de que la semana pasada Jesús Cintora acompañara a un taurino y a una animalista a descubrir el terreno de su adversario ideológico en el estreno de su nuevo programa en Cuatro, La línea roja (22.30 horas) hace lo propio con un tema de fondo no menos controvertido: la ocupación ilegal. Los protagonistas de esta semana son dos abogados con visiones diametralmente opuestas sobre este fenómeno, uno que aboga por no comprar pisos sino ocuparlos para de esta forma presionar al mercado de la vivienda y el otro, experto en desahucios.

Aunque el programa se basa en situarse en terreno ideológico enemigo, Cintora defiende «los matices» que refleja, saliéndose del simple posicionamiento de blanco o negro. «Hablamos con quien ha ocupado por necesidad, con quien ha entrado en viviendas más humildes, en otras de bancos, con quien ha ocupado casas cerca de la playa, damos voz a propietarios, a promotores inmobiliarios, a representantes de movimientos como Stop Desahucios y la PAH...», enumera el periodista.

También aparece el gestor de una empresa, Desokupa, que ha generado polémica porque está especializada en desahucios de manera profesional. «Unos justifican que son un servicio para los propietarios y hay quien les critica porque consideran que actúan al margen de la labor judicial», expone Cintora.