Desde su estreno en agosto del 2018, 'La casa de las flores' le dio una alocada vuelta de tuerca a los culebrones de toda la vida. Esta serie mexicana de Netflix creada por Manolo Caro y salpicada de un humor bastante 'kitch' tenía como protagonista a una adinerada familia, los De la Mora, propietaria de una floristería (o como ellos dicen, florería) y compuesta por unos personajes llevados siempre al extremo, que tanto discuten en una sauna al ritmo de Pimpinela como no tienen reparos en gestionar un cabaret en el que unas transformistas cantan caracterizadas de Paulina Rubio o Julieta Venegas. La plataforma pone punto y final a su historia este jueves, 23 de abril, con el estreno de la tercera y última temporada.

El pasado tendrá una especial relevancia en los nuevos episodios, que echarán mano de continuos 'flashbacks' para indagar en los orígenes del círculo de amistad de la ya fallecida matriarca, Virginia (Verónica Castro), su marido, Ernesto (Arturo Ríos), Salomón y Carmela. Ese viaje a finales de los años 70 servirá también para escarbar en los oscuros secretos y crímenes que persiguen en la actualidad a los miembros del clan que, por cierto, acabaron bastante patas arriba al final de la segunda temporada.

La primogénita, Paulina de la Mora (Cecilia Suárez), que sigue estirando las sílabas más allá de lo imaginable, se enfrenta a la vida en la cárcel mientras continúa esperando el rescate de su marido 'trans', la abogada María José (Paco León); su hermana Elena (Aislinn Derbez), tras dar por finiquitada su relación con el sacerdote, fue víctima de un accidente de tráfico justo cuando había descubierto que esperaba un bebé de Diego (Juan Pablo Medina), el novio de su hermano Julián (Dario Yazbek Bernal), y su padre, Ernesto, afrontaba una nueva e incierta etapa fuera de la secta que le había había exprimido su capital mientras su suegra regresaba a la mansión dispuesta a poner orden en su caótica familia.

Una serie 'gay friendly'

Aunque con estas enrevesadas tramas 'La casa de las flores' podría remitir a las clásicas telenovelas hispanoamericanas, lo cierto es que no solo su factura y su particular forma de reírse de las desgracias de los ricos le alejan de ese género, sino también su libertad a la hora de introducir elementos del colectivo LGTBI. Las relaciones de Julián y Diego, que en estos nuevos episodios podrían convertirse en padres, y de Paulina y María José, que siguen juntas dispuestas a criar a su hijo adolescente a pesar de que las separe un océano y de las triquiñuelas de Purificación (María León), son el mejor ejemplo de ello.

Precisamente, tanto Paco León como su hermana María volverán a cobrar protagonismo en estos nuevos episodios, en los que incluso se han ganado un puesto preferente en el mítico y casi picassiano cuadro familiar que aparece mientras suena la sintonía que abre cada capítulo de la serie. "En esta tercera temporada es donde se explica más a mi personaje", destaca María sobre esa Purificación aficionada a quemar pasaportes y tirar móviles por el balcón para separar a su hermana María José de Paulina. "Estoy muy contento con el final, que es muy loco", subraya por su parte el creador de 'Arde Madrid'.

La voz de la fallecida Roberta (Claudette Maillé), muy a lo 'Mujeres desesperadas', vuelve a ser el hilo conductor que desvelará al final si los De la Mora recuperan la ansiada florería. El estreno de su última temporada en un 23 de abril, Día de Sant Jordi, del libro y de la rosa, puede ser un talismán para ellos.