Hollywood a menudo encuentra recursos en su propio pasado y trata de suplir el pecado de la falta de originalidad con la adaptación tecnológica o narrativa a los nuevos tiempos. El axioma vuelve a cobrar forma con la serie SWAT. Los hombres de Harrelson, segunda encarnación para la pequeña pantalla (y tercera tras una película en el 2003) de las aventuras de una unidad de policías de elite en Los Ángeles, que en Estados Unidos está emitiendo desde el 2 de noviembre CBS y que esta noche estrena en España el canal de pago AXN (22.05 horas).

Esta vez, a diferencia de lo que sucedía en la serie original del año 1975, el personaje central, el agente Daniel Hondo Harrelson, está encarnado por un actor negro (Shemar Moore, conocido por su papel en Mentes criminales). El departamento de Policía también refleja más ajustadamente la diversidad racial y de género, y el equipo de élite incluye a una agente (interpretada por Lina Esco) y una supervisora (la actriz de origen mexicano Stephanie Sigman). En las aventuras semanales del drama, marcado por enormes dosis de acción y salpicado con alguna dosis de comedia, laten también aspiraciones de relevancia social, abordando temas candentes en EEUU, como las tensas relaciones entre comunidades negras y policías que se han plasmado en movimientos como Black Lives Matter y Blue Lives Matter (por el color azul de los uniformes de los agentes).