Muerto el rey de Poniente, viva el rey de... Por el momento no hay heredero audiovisual para el aún caliente final de Juego de tronos, aunque candidatos no faltan para saciar a los millones de seriéfilos huérfanos de grandes emociones. Y entre ellos destaca The Witcher (El Brujo), ambiciosa producción de Netflix. La plataforma estadounidense, no por casualidad, ha presentado esta semana las primeras imágenes oficiales y el cartel promocional de esta serie que cuyo estreno no está previsto hasta finales de año. Pero hay que ir caldeando el ambiente.

Basada en la exitosa saga de libros de fantasía del escritor polaco Andrzej Sapkowski, The Witcher es una historia épica. Geralt de Rivia, un brujo mercenario con poderes sobrenaturales que se dedica a cazar monstruos, lucha por encontrar su lugar en un mundo donde las personas suelen ser más malvadas que las bestias que persigue. Cuando en su vida se cruza con una poderosa hechicera (Yennefer) y una joven princesa con un peligroso poder secreto (Ciri), deben aprender a colaborar para sobrevivir en un mundo muy peligroso.

El último Superman del cine (El hombre de acero), el actor Henry Cavill, encabeza el reparto de esta serie ambientada en una utópica Edad Media, con mucha capa y espada, que además de basarse en un famoso universo literario, su adaptación al mundo de los videojuegos ha creado una enorme comunidad de seguidores.