Netta, la representante de Israel, se llevó anoche el triunfo en el 63º Festival de Eurovisión celebrado en Lisboa. La cantante consiguió un total de 529 puntos que la encumbraron al éxito.

La pareja española integrada por Alfred y Amaia, que representaba a TVE y actuó en segunda posición, logró finalemente el puesto 23 de la clasificación, con 61 puntos. Con su pieza, Tu canción, que es una buena representación de su conocida relación sentimental, lograron crear un clima de intimidad muy difícil de alcanzar en este tipo de espectáculos y además consiguieron emocionar a muchos de los que asistieron en directo al show en el Altice Arena de Lisboa.

Ucrania fue el primer país en subir al escenario e Italia el último, y Amaia y Alfred, en segundo lugar. Es una posición que se califica de «maldita», puesto que nadie que haya cantado en segundo lugar, en las 62 ediciones ya celebradas del festival, ha ganado. «Unos años la posición es mejor que otra, pero estamos convencidos de que lo que importa al final es la canción», subrayó Ana María Bordas, responsable de la delegación de RTVE encargada de Eurovisión en la capital portuguesa.

La mayoría de los vencedores han actuado siempre en la segunda mitad de la gala final, lugares en los que, curiosamente, cantaron este año los favoritos al triunfo, según las casas de apuestas, Israel y Chipre. En concreto, Chipre fue penúltimo con la canción Fuego, de Eleni Foureira, en tanto que Toy, de la israelí Netta Barzilai, fue la 22ª en escucharse en el Altice. Otros favoritos que salieron en la segunda parte fueron los representantes de la República Checa, Finlandia, Suecia e Irlanda. El anfitrión, Portugal, con O jardim en octava posición.

Además de las actuaciones, la organización portuguesa del festival preparó apariciones de excepción, como la del músico brasileño Caetano Veloso, que interpretó junto al vencedor del año pasado, el portugués Salvador Sobral, la balada que conquistó a Europa en la edición de 2017, Amar pelos dois (Amar por los dos). También hubo fado, de la mano de las artistas portuguesas Ana Moura y Mariza, encargadas de llevar tradición a la gala.

Ante un espectáculo mediático de estas característica --que ha llevado a Lisboa a cerca de 30.000 turistas--, la seguridad es uno de los puntos más importantes. Más de 5.000 policías garantizaron anoche la normalidad en la capital portuguesa, donde también se implementaron medidas especiales para evitar incidentes.