Perry Mason se convirtió en una de las figuras más populares de la televisión estadounidense en los años 50 y 60 gracias a la serie protagonizada por Raymond Burr. El abogado más famoso de la televisión, que apareció por primera vez en las novelas policíacas de Erle Stanley Gardner, regresa a la pequeña pantalla de la mano de HBO con el rostro con Matthew Rhys. El servicio de 'streaming' rescata al personaje en un 'reboot' alejado de la versión original y que aboga por la diversidad en un 2020 convulso debido a la cuestión racial.

"Lo que más me atrajo es lo mucho que se podrían identificar los espectadores de hoy en día", relata Rhys en un encuentro virtual con los medios en el que estuvo presente Europa Press para presentar la serie que llega a HBO el próximo 22 de junio. "Los temas que tratamos son, por desgracia, todavía universales", agrega el actor sobre la ficción, ambientada en Los Ángeles en los años 30 y descrita por el elenco como "oscura" y "violenta". "Fue una época interesante para Los Ángeles, un momento en que había mucha corrupción policial", señalan Ron Fitzgerald y Rolin Jones, creadores del proyecto.

El secuestro de un niño

Según los guionistas, el nuevo 'Perry Mason' "tiene sexo" y, a diferencia la serie original, los espectadores no verán al protagonista "en el juzgado semana tras semana", sino que serán testigos del nacimiento de su sentido de la justicia como detective privado. La meca del cine atraviesa una época dorada con el auge de las artes y los Juegos Olímpicos de 1932 celebrados en Los Ángeles, pero el secuestro de un niño sacará a relucir la cara más oscura de la ciudad y de sus autoridades.

"Aquí en Estados Unidos hay una sensación de que hemos perdido el norte y quizá sentimos el impulso de ir al pasado y ver cuándo ocurrió", apuntan los guionistas. Fitzgerald y Jones no se refieren a otra cosa que las protestas en el país contra el racismo y la violencia policial. "Cuando investigas sobre la corrupción, el odio, el racismo, miras atrás y te preguntas: '¿Cómo hemos llegado hasta aquí? ¿Qué demonios está pasando?'", plantean.

"Estuvimos buscando localizaciones para recrear las Hoovervilles. Si miras un mapa y buscas dónde están los sintecho ahora en Los Ángeles y dónde estaban en 1931, te sorprenderías. Es muy similar. Por desgracia, en 80 años no hemos sido capaces de resolverlo", lamentan.

Diversidad y honestidad

"La serie es honesta respecto a la realidad de Los Ángeles en los años 30, algo que creo que no hacen otras series", reivindica Chris Chalk, actor que da vida al investigador Paul Drake. El personaje ya apareció en la serie original encarnado por William Hopper, que ha sido sustituido en el 'reboot' por un actor afroamericano.

"No existimos en muchas series. Las mujeres nunca hablan y los negros solo aparecen para servir. Así que está bien que ahora sirvamos justicia", bromea el intérprete con el puño en alto. "Me encanta que haya una serie de los años 30 en la que la representación es importante", añade.

Bajo el eslogan 'Todo el mundo es culpable de algo', Perry Mason desembarca en el servicio de 'streaming' en un periodo decisivo para Estados Unidos que ha hecho a sus ciudadanos plantearse su parte de responsabilidad respecto al racismo. "Soy culpable de muchísimas cosas. Apatía, ignorancia, pereza, ser parte del problema, no ser lo suficientemente proactivo. Y podría seguir", admite Rhys.

"Me he aferrado a mi identidad de persona liberal y progresista como si me absolviera de cualquier tipo de culpa, cuando en realidad soy parte del sistema", reconoce Tatiana Maslany, que encarna a la hermana Alice.

Robert Downey Jr, productor

'Perry Mason' lleva el sello del mejor HBO gracias a Tim Van Patten, director de seis de sus capítulos y que anteriormente trabajó en títulos como 'Boardwalk Empire', 'Juego de tronos', 'Los Soprano' o 'The Wire'. "Tiendo a acercarme más al lado oscuro de la vida", confirma el realizador. "Nada ha cambiado con el tiempo. Hay corrupción, hay asesinatos, hay caos. Estaríamos haciendo fantasía si no tratáramos estos temas", apunta.

Al toque 'noir' de Van Patten se suman una congregación religiosa al borde del fanatismo y un protagonista cargado de traumas que remitirá inevitablemente a los espectadores a la aclamada primera temporada de 'True detective'.

Robert Downey Jr. y su esposa, Susan Downey, han sido los encargados de producir este proyecto, que llevaba años en la mente de la estrella de Marvel. "Primero fue concebida como una idea para una película ambientada en la actualidad", explica Susan Downey, que cuenta que posteriormente su marido desechó la idea de traer a Perry Mason a nuestros tiempos. "Nos dimos cuenta de que había muchas cosas interesantes de Los Ángeles en esa época, por eso decidimos presentarlo a HBO y contarlo en ocho horas", señala.

El resultado es una primera temporada de ocho episodios que narra un solo caso y que hace hincapié en los demonios del pasado del protagonista, veterano de guerra y divorciado. "Tuvimos que trabajar mucho para encontrar el tono adecuado. El tema de la guerra sugiere pesimismo, fatalismo y masculinidad", dice Downey. "Era importante que fuese entretenido, que no todo fuera oscuridad", explica.

"Tim Van Patten fue uno de los principales directores de 'Los Soprano', que supuso un cambio drástico en la televisión norteamericana gracias a su punzante ironía, cinismo y un gran análisis de la naturaleza humana, especialmente de la naturaleza estadounidense", afirma John Lithgow, el abogado E.B. Jonathan en la serie. "Eso es lo que hace que las dos versiones de 'Perry Mason' sean diferentes entre sí", matiza.

'Perry Mason', que también cuenta en su reparto con Stephen Root, Veronica Falcon, Gayle Rankin, Shea Whigham y Juliet Rylance, llega a HBO el próximo 22 de junio.