Después de los grandes sobresaltos provocados por sus últimas entregas, Salvados celebra esta noche (21.30 horas) de forma sosegada los 10 años en antena, con un programa dedicado a su numerosísima clientela. Esta vez no habrá terribles estampas de cerdos moribundos ni enojo real a cuenta de una pregunta supuestamente indiscreta sobre Botsuana, sino una sucesión de testimonios de gente anónima que simplemente contará ante la cámara sus problemas y sus alegrías. De esta forma se quiere rendir homenaje a la legión de seguidores que han convertido a Salvados en el programa más visto de La Sexta, y que no cuentan con un altavoz para airear sus preocupaciones.

El espacio presentado por Jordi Évole ha fijado la atención fuera de su ombligo consciente de que todo el mundo tiene una historia. Las suyas las ha ido contando a lo largo de estos 10 años, por lo que ahora toca salir a la calle y escuchar a la gente. Sin ningún tipo de cásting previo, el periodista visita barrios de ciudades como Sevilla, Bilbao, Madrid y Barcelona y se limita a recoger las historias de las personas que se va encontrando. Sentados en el andén del metro o en medio de una plaza, los protagonistas del Salvados de esta noche van construyendo un retrato de la España actual.