Susi Caramelo y Las que faltaban están viviendo en primera persona qué significa convertirse en uno de los fenómenos virales de la actualidad. La cómica y el espacio de #0 (Movistar +) han dado mucho que hablar, sobre todo para bien, por el momento en el que enseñó los pechos para cerrar uno de los reportajes con los que está conquistando a muchas usuarios de las redes sociales.

Tras 12 años trabajando duro detrás de las cámaras como camarera y guionista y animadora de público de formatos como El castillo de Takeshi (Comedy Central), Locomundo e Ilustres ignorantes (#0 de Movistar), la popularidad de Susi Caramelo ha aumentado en cuestión de días con sus reportajes en el programa presentado por Thais Villas.

--Fenómeno en redes con ‘trending topic’ incluido y ligas con los famosos en los ‘photocalls’...

--Es mi sueño hecho realidad. Yo lo que quería es conocer a todos los actores que me gustan. Alguno va a caer (risas).

--¿Crees que será posible?

--Hombre, por supuesto que sí. Muy mal se me tiene que dar para no conseguirlo, ¿no?

--Llegaste a Madrid hace más de 10 años y has trabajado en muchas cosas antes de verte delante de una cámara. Después de tanto esfuerzo, ¿cómo has vivido que tu popularidad haya aumentado con tus reportajes en Las que faltaban?

--Ha sido cuestión de días. Llevo una semana con esta vorágine. Realmente es lo que me merezco (risas). Ya en serio, lo estoy encajando como puedo.

--Ahora tienes más de 43.000 seguidores en Instagram y 36.000 en Twitter, ¿cuántos tenías antes de que se emitiese el reportaje?

--Antes del reportaje en el que enseñé los pechos tenía 8.000 en Instagram, cifra que me costó años conseguir.

--¿Y cómo estás afrontando esta situación?

--Me la estoy tomando con tranquilidad porque no me siento como un concursante de OT, en el sentido de que no me ha venido el éxito de repente. Llevo 12 años trabajando para ser cómica.

¿Te gustaría un programa propio en Movistar+?

--Por supuesto. Ojalá me lo propongan. Me veo capaz de todo. Tengo muchas cosas por hacer todavía. Me gustaría tener mi propio late night y me gustaría presentar la gala de los Premios Goya, un sueño que tengo desde niña y del que nadie quiere hacerse cargo porque es un marrón. Soy carne de directo y tengo muchas tablas sobre el escenario.