Castellón sigue siendo una provincia de propietarios, pero al alquiler va ganando terreno. Los datos que maneja el Instituto Nacional de Estadística (INE) revelan que vivir en alquiler es una opción que va ganando enteros y de las 231.000 viviendas principales que se contabilizan en la provincia, 36.200 están en régimen de alquiler, un 15,6%. Hace tan solo dos años la cifra ascendía a 34.500. O dicho de una manera mucho más clara: 1.700 familias han optado por esta opción desde el 2014.

Detrás del auge del alquiler en Castellón se encuentra la recuperación económica. Es, al menos, lo que opinan en la mayoría de las agencias inmobiliarias. «Hay un incremento y está relacionado con el descenso del paro. El empleo se recupera y eso está provocando que muchas familias, que con la crisis se habían marchado de Castellón, regresen. También se dan casos de jóvenes que se independizan y optan por el alquiler de un piso», coinciden en las agencias consultadas.

El problema es que la demanda de viviendas de alquiler ahora mismo es muy superior a la oferta. Es más, encontrar una piso de arriendo en Castellón, apto para entrar a vivir y que esté en una buena zona, es muy complicado. Esa tensión acuciante entre una demanda al alza y una oferta cada vez más limitada da como resultado que las viviendas para alquilar que salen al mercado vuelen en cuestión de horas.