El 2020 será de nuevo un año en el que se tendrán que negociar convenios colectivos en Castellón, y no de sectores menores. El de la hostelería y el del transporte de mercancías siguen pendientes con ambas partes, sindicatos y patronal, muy distanciadas. Además, el de collidors, firmado el año pasado, ya está dando problemas después de que varias empresas se hayan apartado del mismo. Una incertidumbre, en definitiva, que en la provincia acecha a unas 47.000 personas y en la que influirán de manera destacada las próximas decisiones del Ejecutivo en materia laboral.

Después de que el pasado mes de diciembre se cerrara el acuerdo en el sector del metal con un incremento salarial del 2% --esquivando de esta manera una amenaza de huelga--, el de hostelería es el gran convenio por cerrar, ya que afecta a unos 25.000 trabajadores en temporada alta. Pero tras unos meses de acercamientos y reuniones, el pacto parece ahora muy lejano.

«Las negociaciones están totalmente paradas», resume la secretaria de acción sindical de la federación de servicios de Castellón de CCOO, Elsa Montón. Sindicatos y la patronal turística, Ashotur, se reunieron por última vez a finales de noviembre sin llegar a ningún acuerdo, y desde ese momento «ni nos contestan a los correos», denuncia la representante sindical. En este sentido, apela a la colaboración del secretario de Turisme Comunitat Valenciana, Francesc Colomer, para que «inste a la patronal a reunirse».

En Ashotur, sin embargo, no creen que las negociaciones estén «ni mucho menos rotas». «Había prevista una reunión en diciembre que se tuvo que suspender, pero se retomará», indica el gerente, Luis Martí. No obstante, ya avisa de que las negociaciones «estarán muy condicionadas» por las decisiones que tome el nuevo Gobierno en materia laboral, como la posible subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) o la eliminación de la externalización, que afecta a las kellys, «que es uno de los principales caballos de batalla del convenio».

TRANSPORTE / Igual de distantes están las posturas entre las partes negociadoras en el sector del transporte. El martes se celebró la última reunión, que por la falta de resultados originó un enfado por parte de los sindicatos que puede llevar a movilizaciones.

Se trata de un convenio que afecta a alrededor de 6.000 personas y que no se ha renovado desde el 2009. A lo largo de los años las diferencias entre las posturas de unos y otros han dificultado el acuerdo e incluso se perdió el contacto. Esto provocó la intervención de Inspección de Trabajo durante el año 2017, que obligó a ambas partes a negociar.

La última petición de los representantes de los trabajadores, explican a este diario desde UGT, fue la de que se aplicara el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), «a lo que las empresas dijeron que no. Nos dijeron que esperáramos a ver qué hace el nuevo Gobierno», indican desde UGT. «Hablaremos con los trabajadores para ver si planteamos movilizaciones», explican las mismas fuentes.

DESCUELGUES / Otro convenio que ofrece dudas es el de los collidors, que en Castellón vincula a unos 16.000 trabajadores. Desde CCOO han denunciado que ha habido «más de 20 acuerdos de descuelgue» --es decir, de inaplicación de los acuerdos-- de los convenios de recolección y manipulado de cítricos durante su primer año de vigencia, después de muchos meses de trabajo para firmarlo. Una incipiente situación, indican, que «no hace más que precarizar y devaluar, más si cabe, el valor añadido de la naranja».