Aunque haya motivos para la esperanza en el campo, todavía no son suficientes para revertir la tendencia al abandono que se ha instalado como una losa en el sector primario. Es más, según el secretario de Fepac-Asaja, Doménec Nàcher, «el relevo generacional no da para cubrir la crisis estructural del sector».

Desde la Unió ponen cifras a esta incorporación de jóvenes. En la provincia, 61 emprendedores se han lanzado en lo que va de año a la aventura de producir alimentos para otros, mientras que en toda la Comunitat la cifra se sitúa en 244. Unas cantidades «irrisorias» para Juanma Mesado, uno de los técnicos de la Unió de Llauradors. Este experto cree que faltan recursos, voluntad política y, sobre todo, instrumentos, pues «las subvenciones sirven, pero el principal problema es la continuidad de las explotaciones».

Nuevo modelo

Nàcher cree que en los últimos años se asiste no tanto al final de la agricultura como de un modelo determinado, y que hay otro que, lentamente, se abre paso. Indica, en este sentido, que quienes se deciden a iniciar un futuro profesional en el sector primario lo hacen desde perfiles «profesionales y con mucha formación».

Además, tienden a comenzar con las fincas familiares y a aprovechar que hay muchas parcelas abandonadas para arrendarlas o, en algunos casos, adquirirlas. Es por ello que las explotaciones se hacen grandes y el sector se concentra poco a poco para ganar en rentabilidad y viabilidad.

Joel Pascual (33 años) es un ejemplo de este nuevo modelo. Agricultor y ganadero de ovejas y caballos en Morella, entre continuar los estudios y seguir con la empresa familiar, optó por lo segundo. Junto a sus padres, ha ampliado el negocio con varias masías y maquinaria nueva. Pese a que es consciente de que hoy en día la mayoría de jóvenes optan por un futuro que pasa por irse lejos del campo, cree que hay salida en el sector.

La incorporación de savia nueva también se observa en las zonas de regadío donde, según Nàcher, «se observa un creciente interés por la producción de verduras, que requieren menos inversión que las especies leñosas y tienen un retorno mucho más rápido, pues plantas y en 90 días puedes vender».