¿A qué ha venido Mariano Rajoy a València? Está claro que solo a apuntalar --sin exceso de cariño-- el ya consolidado liderazgo de Isabel Bonig. Y está muy bien.

De hecho, de todos los congresos que celebran estas semanas los populares a nivel nacional solo el de Bonig ha contado con la presencia de los dos máximos mandatarios del PP: Rajoy y María Dolores de Cospedal.

Detalle que puede leerse en clave de reconciliación, de que el PPCV vuelve a contar para Madrid y las gélidas relaciones, a propósito de los casos de corrupción surgidos en la Comunitat, se han normalizado con la regeneración llevada a cabo con mano firme por la lideresa de la Vall d’Uixó.

Eso y el casi el millón de votos que han aportado los populares valencianos a la presidencia de Rajoy. De ahí que no se entienda que el presidente del PP y del Gobierno venga a Valencia con las manos vacías. En un discurso decepcionante, sin ningún compromiso y sin apoyos explícitos a una Comunitat que, ni mucho menos, está en la onda de la vecina del norte, pero que, como dijo Ximo Puig, está exhausta de tanto ofrenar noves glòries a Espanya. Bonig también lo dejó claro ayer: «Presidente, pido justicia con esta tierra para evitar el contagio separatista».