Hasta hace unos años si una pareja quería formar una familia y no podía una de las opciones era adoptar. Pero lo que durante décadas fue una vía de acceso a la paternidad ahora se ha cortado de raíz. En Castellón, las adopciones internacionales han caído en picado y adoptar a un menor nacional es igual a muchos años de espera.

Los datos que maneja la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas revelan que tras el boom de principios del milenio, la cifra no ha hecho más que descender. En 2015, tan solo un niño llegó a Castellón tras un proceso de adopción en el extranjero. En el 2015 fueron seis. ¿Por qué han caído tan drásticamente las adopciones internacionales? Entre los motivos se encuentran los cambios legislativos y las medidas proteccionistas que los países tradicionalmente emisores han puesto en marcha para luchar contra el tráfico de menores. Pero también aducen mejoras en las condiciones económicas de estos países y la repercusión de la crisis en España.

El año pasado se contabilizó en la provincia una sola adopción internacional y 5 nacionales, también el dato más bajo en años. Otras 55 familias de la provincia, siempre según la propia Conselleria, están a la espera de una adopción nacional (tienen la declaración de idoneidad) y algunas realizaron la solicitud hace ahora más de diez años.

Una cosa son los niños dados en adopción y otras las solicitudes que recibe la Conselleria. El año pasado se tramitaron 31 en Castellón, 25 nacionales y tan solo seis internacionales.