Si pensaba que la burbuja del alquiler era un rumor que afectaba solo a ciudades como Barcelona o Madrid, vaya sacándose la idea de la cabeza. Arrendar un apartamento vacacional en municipios como Benicàssim, Alcossebre o Peñíscola también ha pegado un subidón este verano por la llegada de más turistas y por el empujoncito presupuestario que el crecimiento del empleo ha supuesto en el bolsillo de las familias de Castellón. El precio de los alquileres playeros ha crecido este verano casi dos dígitos; en concreto el 9,8%, según el último informe Arrendamientos Costeros que publica TecniTasa y que revela también que los destino más caros de Castellón son Alcossebre y Peñíscola, donde arrendar una vivienda vacacional cuesta una media de 700 euros a la semana.

Mercedes García, delegada de TecniTasa en Castellón confirma el alza de la demanda del alquiler vacacional y lo achaca a la recuperación económica. «Hay más demanda y, además, los alquileres se alargan en el tiempo. Si otros años lo normal era arrendar un apartamento para una semana ahora la media de tiempo está en quince días», subraya.

Donde se nota, y mucho, que las familias españolas vuelven a solicitar con fuerza una vivienda de alquiler en Castellón es en Alcossebre, donde las reservas se han adelantado. «Este año en febrero ya comenzamos a cerrar operaciones y para el mes de agosto prácticamente no nos queda ni una sola plaza libre», apuntan desde la inmobiliaria Villas Albert, que gestiona apartamentos turísticos en el municipio.

En Peñíscola el panorama es el mismo. «Estas semanas están siendo de locura. Hace años, mucho, que no teníamos un inicio de verano así. El alquiler está repuntando y, lógicamente, los precios también», coinciden las responsables de dos inmobiliarias de la ciudad del Papa Luna.

MÁS CARO EN BENICÀSSIM // Del incremento de los precios del alquiler no se libra prácticamente ningún municipio y mucho menos Benicàssim, donde buena parte de sus apartamentos y villas son utilizadas como segunda residencia. «Demanda siempre ha habido y este año todavía más», aseguran desde Vicente Bayo Inmobiliarias, que hablan también de un repunte de los precios.

Arrendar un apartamento en la avenida Ferrandis Salvador de Benicàssim cuesta este verano 500 euros a la semana, según el informe de Tecnitasa. No obstante, lo hay mucho más caros. Incluso el doble. Un ejemplo. Hay pisos de entre 60 y 70 metros cuadrados situados en la playa del Torreón que cuestan entre 700 y 980 euros a la semana. «La escalada de precios es una realidad y yo diría que no exclusiva de Benicàssim, sino que es general en toda la costa», dicen en otra agencia.

Los alquileres más económicos, en cambio, están en Moncofa, donde el arrendamiento en primera línea de playa cuesta unos 350 euros a la semana. Más al norte, en Vinaròs, el precio ronda los 500 euros.