Decenas de castellonenses se echaron ayer a la carretera desde muy temprano para participar en la concentración en defensa de la unidad de España, que se celebró en Barcelona.

Al autobús fletado por las filas populares se unieron numerosos coches particulares que sufrieron, sobre todo en el tramo final del trayecto, innumerables problemas para acceder al centro de la capital catalana, debido a la masiva presencia de manifestantes que se agolpaban en la ciudad condal. Finalmente, el metro permitió que la mayoría de los castellonenses pudiera acercarse a la Vía Laietana, uno de los puntos de encuentro de la movilización.

Entre los castellonenses se encontraban representantes y militantes de formaciones como el PP, la delegación más numerosa, al frente de la cual estaba la presidenta del PPCV, Isabel Bonig, y la máxima dirigente local de los populares en Castellón, Begoña Carrasco, quienes apelaron a «defender la legalidad frente a quienes fomentan la ruptura».

La representación de Ciudadanos, especialmente compuesta por concejales de diferentes municipios, optó más por los coches particulares y en algún caso por tren. Entre estos dirigentes se encontraba la diputada nacional por Castellón, Sandra Julià.

Pero la representación castellonense también se dio entre ciudadanos de a pie, que aprovecharon el puente del 9 de Octubre, Día de la Comunitat, para pasar el día en Barcelona, como es el caso de un grupo de vecinos de Onda y Vila-real, presentes desde primera hora en la manifestación de Barcelona. «Nunca hemos visto nada igual. Ni en sueños podríamos imaginarnos esto», coinciden en señalar Vicent, funcionario, y José Pascual, agente comercial, una vez que, a duras penas, se iban retirando de la zona cero de la manifestación.

Por otro lado, también hubo representación vecinal de municipios como Torreblanca, Orpesa, Benicàssim, Burriana, y la Vall d’Uixó, que se sumaron a quienes formaban la delegación valenciana, la más numerosa procedente del exterior de las que se dieron cita en la capital catalana, junto a aragoneses y madrileños. La vuelta a casa se produjo sin que se registrara incidente alguno.