Ni en el 2013, ni en el 2104 ni tampoco en el 2015. Con tres años de retraso, el próximo mes de marzo está previsto que el AVE llege a Castellón. Que la capital entre a formar parte, por fin, del selecto club de ciudades conectadas por la alta velocidad se convertirá, sin duda, en la noticia del año, y lo hará en una provincia que arrastra un déficit histórico en infraestructutas.

La llegada del AVE traerá más turistas a Castellón en un año que está llamado a ser también el del despegue definitivo del aeropuerto. Desde que el pasado 15 de septiembre arrancaran los primeros vuelos comerciales, las instalaciones de Vilanova d’Alcolea se han convertido en el punto de entrada de miles de turistas, fundamentalmente ingleses. Y lo mejor está por llegar. En junio, la aerolínea Blue Air comenzará a unir la provincia con Bucarest. Lo hará con cuatro vuelos semanales y la previsión es superar los 35.000 viajeros. No será la única novedad. Lavalin, la compañía gestora del aeropuerto, y la Diputación Provincial, negocian con decenas de compañías internacionales con el objetivo de multiplicar la llegada a Castellón de turistas extranjeros. Un impulso más a un sector que no para da dar alegrías a la economía provincial. Y en el 2015 no ha sido distinto: 1,5 millones de viajeros hasta noviembre, 95.000 más que el año anterior. H