El Arenal Sound planea realizar actividades culturales o algún concierto en Vila-real y Nules, localidades vecinas de Burriana, para que el festival tenga un carácter supramunicipal y, de este modo, conseguir la autorización del Gobierno autonómico, después de que el Ayuntamiento de Burriana haya decidido ceder el expediente al Consell para que sea esta administración la que decida si se celebra el evento.

Los responsables de la Dirección Territorial de Justicia ya disponen de toda la documentación y ahora los técnicos estudian, como ya avanzó Mediterráneo, las vías para, de acuerdo a la ley de espectáculos públicos, actividades recreativas y establecimientos públicos, poder dar el visto bueno a la séptima edición del festival de música más relevante del panorama nacional. Y es que al considerar el festival “un espectáculo de características extraordinarias y singulares” su competencia a la hora de autorizar pasa a manos de la Administración autonómica y no del Ayuntamiento. Los dos principales temas a analizar serán las medidas relacionadas con la seguridad y el ruido.

Las negociaciones entre todas las partes implicadas siguen sin cesar para encontrar una solución y que el evento pueda celebrarse del 2 al 7 de agosto. El Consell confía en el aval jurídico para dar el visto bueno en los próximos días a la celebración. En el tablero de conversaciones han entrado Vila-real y Nules. “En el caso de que la Generalitat conceda los permisos, Vila-real está dispuesto y encantado con la posibilidad de colaborar con la organización del festival”, señaló ayer el alcalde, José Benlloch. “Aunque es un tema que tenemos que negociar en los próximos días si se confirma la celebración, estamos barajando la posibilidad de que puedan albergarse en el Termet o en el jardín de Jaume I”, indicó.

Por su parte, el alcalde de Nules, David García, aseguró que la localidad colaborará en todo lo que esté a su alcance para el certamen se pueda celebrar con normalidad el próximo agosto.

También se pronunció ayer al respecto el presidente de la Diputación de Castellón, Javier Moliner, quien se mostró convencido de que, finalmente, habrá festival, pero pidió a las partes “más coherencia” para no “perjudicar la imagen de Castellón. H