El estallido de la burbuja inmobiliaria y la enorme acumulación de viviendas en manos de las entidades financieras hicieron que, con los primeros indicios de recuperación económica allá por el 2013, se iniciara un ciclo inmobiliario que ahora se acelera Castellón. Los principales bancos aún tienen más de 4.000 viviendas en estoc en la provincia, pero varias voces apuntan que los grandes chollos --por precio y calidad de los mismos-- comienzan a escasear, y que a medio plazo se impondrá la necesidad de construir vivienda nueva por la dificultad de colocar los productos con menos salida y el aumento de la demanda.

Durante los últimos cuatro años, cientos de castellonenses han adquirido pisos propiedad de entidades financieras aprovechándose de importes muy asequibles y de unas facilidades para acceder a una financiación mucho más difícil de lograr en el resto de viviendas. Las ventajas siguen pues, sin ir más lejos, esta semana el Grupo Cooperativo Cajamar y Haya Real Estate - inmobiliaria que trabaja con varias entidades— han lanzado una campaña con descuentos de hasta el 40% en 521 inmuebles en la provincia, entre los que se incluyen no solo viviendas sino también garajes, trasteros, locales comerciales, oficinas y naves industriales. Solo en viviendas, la firma aún tiene 716 ofertas en Castellón.

Gracias a campañas como esta, Bankia logró vender 325 de sus activos en 2017. En total, todavía le quedan 2.300 propiedades, de las cuales casi 1.400 son pisos. A ellas se suman las 495 de Caixabank (a través de Servihabitat), los 351 del BBVA, los 328 del Banc Sabadell (Solvia) o los más de 1.000 de la inmobiliaria Haya Real Estate, que agrupa los activos de varias entidades, entre otros.

MERCADO DINÁMICO // En el buen momento por el que pasa la compraventa de viviendas influyen varios factores. Uno de ellos es, sin duda, una recuperación económica que, en palabras del presidente del Colegio de los Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (Coapi), Francisco Nomdedeu, provoca que haya «menos miedo a la inestabilidad y más confianza para adquirir inmuebles».

También destaca la aparición de actores nuevos en el mercado inmobiliario, como inversores nacionales y extranjeros que adquieren paquetes de viviendas para reformarlas y convertirlas en pisos turísticos en la costa.

A ello hay que sumar que, a diferencia de lo que ya ocurre en capitales como Barcelona o Madrid, en Castellón el precio de la vivienda todavía no sube. «Ahora hay una cierta estabilidad, pero a medio plazo lo más normal es que los precios inicien una alza, por lo que muchos ciudadanos piensan, con razón, que es buen momento para realizar una adquisición», añade Nomdedeu.

Distintas voces del sector financiero consultadas por Mediterráneo corroboran que los inmuebles de los bancos aún se venden «muy bien», pero añaden que en el momento en el que comiencen a escasear, «será necesario volver a construir obra nueva».

También opina de forma similar la directora de la inmobiliaria PromoGrau, Mar Olmedo, que cree que a medida que el mercado va absorbiendo estos inmuebles, «el estoc se reduce y quedan opciones más pequeñas y de menos calidad» que son «cada vez más difíciles de vender».

PRECIOS MÁS BAJOS // Olmedo, cuya empresa gestiona algunas viviendas de entidades financieras, también está convencida de que las promociones de nueva construcción serán necesarias para dar salida a una «demanda creciente». No obstante, añade que estos pisos deberán salir a la venta a precios que no superen los 120.000 euros, como ocurre ahora.