Hace tan solo una década, el viernes negro de los comercios norteamericanos era una rareza que se trataba de manera escueta en los medios de comunicación de nuestro país. En cambio, esta jornada ya se ha convertido en una de las de mayor afluencia de clientes y facturación de todo el año. Simplemente había que acercarse ayer a las principales zonas comerciales de la provincia desde primera hora de la mañana para percibir el efecto. Los cazadores de chollos mostraron una actividad frenética, para tratar de hacerse con descuentos en moda, electrónica o deporte.

El director de comunicación de El Corte Inglés, Pau Pérez Rico, mencionó que el número de clientes en el establecimiento de Castelló «ya fue muy grande el jueves, y así seguirá hasta el lunes; la clientela fue muy superior a la de los mismos días de la semana pasada». Desde el centro comercial Salera detallaron que desde la mañana tuvieron que habilitar todas las áreas de aparcamiento, ante la presencia de visitantes, y añadieron que a los propios incentivos de sus tiendas incluyeron una promoción, con de sorteos de comidas en la zona de restauración.

La responsable de márketing de Estepark, María Ángeles Palmi, mostró su satisfacción por «la buena acogida que hemos tenido, especialmente en los operadores de informática, bricolaje y electrodomésticos», así como las actividades preparadas por locales a punto de abrir, como un parque infantil. «El gimnasio que vamos a abrir en breve aprovechó para hacer preventa».

HASTA REYES / Por parte de la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (Anged), Joaquín Cerveró hizo hincapié en que el Black Friday «supone un adelanto de la campaña de Navidad, que antes comenzaba con el puente de la Purísima». A partir de este momento, el sector no baja la guardia hasta llegada la víspera de los Reyes Magos, el 5 de enero. «De los 11 días festivos repartidos a lo largo del año en los que puede abrir el gran comercio, la mitad se concentran dentro de este periodo», incidió.

Por parte de los consumidores, la jornada fue un estímulo para adquirir ropa. Joaquín Cerveró reconoció que la gente no compra hasta que no bajan los termómetros. «La moda es muy sensible al clima, porque se suele comprar en función de la necesidad: quien no tiene frío no decide hacerse con un abrigo». Las temperaturas de ayer casi invitaban al uso de la manga corta, pero los descuentos suponen un estímulo, sin esperar a las rebajas.

Desde la Unión de Consumidores de Castellón, Juan Carlos Insa detalló que la ciudadanía «ya hace mucho uso del Black Friday, y es que se hace tanta difusión que nadie ignora cuándo se celebra». Añadió que son muchos «los que aprovechan para adelantar los gastos de Navidad», aunque recomendó «no autoengañarse, porque se corre el riesgo de que, dentro de unos días, se vuelvan a hacer nuevas compras y acabemos gastando más de los que teníamos previsto o adquiramos lo que no necesitamos». La UCE calcula que cada castellonense gastará un media de 95 euros.

EMPLEO / Desde Anged calculan que estas fechas generan unos 4.000 empleos en el conjunto de la Comunitat, que en el caso de Castellón, solo para esta campaña, llegará a las 530 personas, incluyendo este fin de semana y el Cyber Monday del lunes. Desde el sindicato Comisiones Obreras, Albert Fernández, remarcó que estos descuentos «tiran de la economía, pero las contrataciones son estacionales y son una fuente de precarización laboral».